Rajoy es un tipo peculiar, admitámoslo. Es el jefe del Ejecutivo, pero oyéndole a veces da la sensación de ser un paisano que pasaba por ahí, alguien que hace declaraciones vagas como quien se siente obligado por cortesía a responder a un encuestador.
Hoy aparece en tres de nuestras cabeceras junto a Felipe VI, y concretamente en la portada de ABC titulan con una declaración suya: «Es un disparate tratar a patadas al turista». Podría ser el comentario de un tuitero con un puñadito de seguidores, un «¡ay que ver cómo está el mundo!». Como si lo hubiera visto en el telediario, no como si el pudiera -y debiera- hacer algo sobre el asunto.
Rajoy parece un espectador razonable. Mira lo que pasa y a veces opina, como si no fuera con él. En La Razón, su periódico aunque él lo ignore, tratan de hacerle pasar por un líder asertivo y titulan, bajo una foto en la que sale hablando al Rey: ‘Rajoy asegura a Don Felipe que el 1-O no se celebrará el referéndum’. Se lo ha dicho un amigo.
En El Mundo sacan la foto, Rajoy inclinándose ante Su Majestad mientras le estrecha la mano, pero no es el primer tema, que corresponde a ‘El soberanismo usa las colas en El Prat para su campaña del 1-0’. Yo no sé si el coeficiente intelectual medio está por los suelos tras décadas de adoctrinamiento o si, sencillamente, se están equivocando.
Quizá no, quizá todo el tirón del independentismo, como el de Podemos, sea ese, que lo que no existe no tiene defectos y que, idealmente, en un nuevo país es teóricamente posible que todos los días haya helado de postre. La realidad es inevitablemente sucia y chapucera. Llevamos la Sanidad y es caótica, pero de algún modo mágico, cuando la llevemos como Estado independiente, esto será Suiza con playa.
El País abre gráficamente con tres de los subsaharianos que entraron en Ceuta como Pedro por su casa. Incluso quienes aplauden la entrada masiva de inmigrantes del Tercer Mundo se parecen a los soberanistas catalanes en no advertir que si se permite el desprecio continuado de la ley será muy difícil recuperarlo cuando se desee.
Titular de primera: ‘Rajoy pide al PSOE el máximo consenso hasta el referéndum’. Ya saben, se lo pide a Mr. Plurinacional. Que espere cómodo.
