¿Ha obligado Rusia, desde antes de Yeltsin, a la Moncloa a no ejercer la alta inspección en educación o a pasar por alto cientos de desafíos llegados desde la Generalitat?
La foto de primera de El Mundo es un fotograma, Carles Puigdemont siendo entrevista do por la cadena rusa RT, con el pie: ‘La tv de Putin promociona los separatismos’.
En serio, o nos hemos vuelto idiotas o aquí está pasando algo que no nos dicen. ¿La televisión rusa promueve los separatismos? ¿Han sintonizado alguna vez TV3? ¿Cómo puede ser más noticia cómo informen los medios de un país lejano -y al que tratamos como potencia hostil poniendo tropas en su frontera-, que el hecho de que en nuestro propio suelo tengamos cadenas de televisión y radio, periódicos y publicaciones online promoviendo el separatismo las 24 horas del día?
Por supuesto, los medios rusos pueden apoyar el secesionismo. La prensa española se puso descaradamente de parte de Kosovo cuando se separó de Serbia, por no ahondar mucho en su postura ante otras separaciones de Estados, logradas o frustradas, como Sudán del Sur, el Kurdistán, Timor Leste o Chechenia. No sé, pero colar RT y tragarse TV3 me parece un chiste.
Pero ahí está también en El Mundo, dando como segunda noticia: ‘España refuerza la ciberseguridad ante los ataques rusos’. ¿Qué ataques, exactamente? ¿Pueden aportar alguna prueba, describirlos al menos? ¿En serio creen que el conflicto catalán, preparado amorosamente durante más de tres décadas, con toda una ingente estructura autonómica al servicio de la Causa, se ha gestado en el Kremlin?
La noticia que abre es que ‘Bélgica avisa que dará a Puigdemont tratamiento de prófugo ‘vip’. No sé muy bien qué significa eso, pero no debería sorprendernos que los belgas den al caso al menos parte de la importancia que le damos nosotros mismos.
Para El País es primera noticia: ‘El PSOE pide explicaciones por los ciberataques en Cataluña’. Otra vez esa palabra, cuando en el cuerpo de la información se deja claro que se trataría, en el peor de los casos, de propaganda y difusión de falsas noticias. Si eso es un ‘ciberataque’, Twitter es la Tercera Guerra Mundial de todos contra todos.
¿Para qué hacen esto, para demonizar a Rusia o para echar balones fuera y que nadie se fije en la flagrante responsabilidad de los sucesivos gobiernos españoles en esta crisis? ¿Ha obligado Rusia, desde antes de Yeltsin, a la Moncloa a no ejercer la alta inspección en educación o a pasar por alto cientos de desafíos llegados desde la Generalitat?
En la portada de ABC, un obrero se cubre la cara con billetes de 500 abiertos en abanico: ‘El Gobierno quiere encarecer el despido del trabajo temporal’. No voy a comentar esta noticia, sino para decir que la política laboral en España asusta por lo errático, un pasito p’alante, morena, un pasito p’atrás.
La foto de La Razón va para el cuadro de Leonardo da Vinci que ha batido récord en una subasta, lo que, junto al obrero del ABC y el ganador del Cervantes en El País, parece indicar un hartazgo del asunto catalán, al menos en su aspecto gráfico.
Lo que indigna hoy a La Razón, su asunto de primera, es el trato preferencial dado a Puigdemont por las autoridades belgas, y lo expresa con un entrecomillado: «Ni siquiera con De Juana Chaos nos han pedido tantas garantías».
Pero esto, que desde aquí puede verse como ganas de tocar las narices, tiene una explicación de política interna. El Gobierno belga se sostiene con los votos de sus propios nacionalistas flamencos en una posición bastante inestable. Han conseguido que incluso el Parlamento de Flandes vote contra el reconocimiento de la República Catalana, pero no conviene tensar demasiado la cuerda.
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