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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Sin noticias de la realidad

Tres de nuestras cuatro cabeceras abren hoy sin noticias, sin hablarnos de nada que haya pasado ayer, en reflejo de una triste deriva periodística que hemos glosado aquí hasta el hartazgo, el suyo y el mío.

‘La patronal catalana intenta forzar la cita de Sánchez y Torra’, abre El País. Buen intento, Prisa. De segundo tenemos la perfecta exposición de la fe progresista insinuándose perpleja en un titular: ‘Una China más rica, más fuerte y todavía autoritaria’. Si no le encuentran sentido a ese ‘todavía’ -y no, no lo tiene-, yo se lo explico.

Cuando cayó el muro de Berlín se inició un efecto dominó que echó por tierra el comunismo de casi todo lo que hasta entonces constituía el Bloque Soviético, de modo que cuando en Pekín estallaron las revueltas de Tiananmen y fueron reprimidas con fuerza implacable, los liberales respiraron hondo. China, nos explicaban, estaba condenada a seguir los pasos de los demás países ex comunistas y convertirse en una sociedad abierta, ya que si abandonaba su incipiente capitalismo, se hundiría sin remedio, y si seguía desorrallando un modelo de mercado, se liberalizaría también políticamente sin remedio.

Aquello fue en 1989, estamos acabando 2018 y China sigue siendo una feroz tiranía y es más capitalista que nunca. Por eso, porque El País se apuntaba a esa supersticiosa teoría del progreso inevitable, ha incluido el patético ‘todavía’.

En la foto, un tipo corre perseguido por antidisturbios a caballo, una de esas escenas de algarada callejera contra el poder que dan el mentís al celebre dicho de que una imagen vale más que mil palabras. No, una imagen por sí sola no vale nada, y no podemos decir si se trata de una heróica revuelta contra un gobierno injusto o un hatajo de peligrosos saboteadores que vienen a turbar la paz democrática. Nos lo aclara el pie: ‘Protesta xenófoba en Bruselas’. Ya está, sentenciado. ‘Xenófobo’ es un neologismo que desautoriza, descarta, demoniza; en la jerga política moderna es mil veces peor que mentarle a uno la madre, es ponerle al tipo así calificado el capirote del Kukuxklan o un uniforme de las SS. Pero esta protesta protesta contra la firma del Pacto Global de la ONU, que convierte la migración en un derecho individual inalienable, es decir, que cualquiera por cualquier motivo puede emigrar de cualquier país para instalarse en cualquier otro del planeta.

Ahora bien, al que asó la manteca se le ocurre que eso significa que los países que se sumen a ese pacto pierden automáticamente el control sobre sus fronteras y sobre su población. Es decir, dejan de ser, a todos los efectos, un Estado, y eso es algo que, en democracia, convendría consultarle a la gente que vive bajo las leyes del Estado en cuestión y lo sostiene con el fruto de su trabajo, sobre todo si tenemos en cuenta que, según el gigante americano de la demoscopia Gallup, hay en el Tercer Mundo 758 millones de personas dispuestas a emigrar al primero. Si protestar contra eso te convierte en ‘xenófobo’, tengo malas noticias para los chicos de Prisa.

El Mundo es el único entre mis diarios que abre con algo sólido, real: ‘La policía robó la agenda digital de Bárcenas con datos personales entre 2009 y 2013’. Leer ‘la policía robó’ nos chirría bastante, aunque en el mundo invertido en que vivimos ya no debería.
De segundo, con foto, ‘Casado exige no negociar con el «desequilibrado» Torra’. El PP está jugando a que la gente olvide quién gobernaba cuando empezó todo este minué separatista, pero incluso con el desmemoriado y presentista pueblo español creo que es ir un poco lejos.

Y los dos de la derechita abren con lo mismo, lo que podría ser en una realidad paralela en la que hoy se celebraran elecciones, que no. En ABC sacan los rostros, teñidos del color de sus formaciones políticas, de Rivera, Casado y Abascal, para titular: ‘PP, Cs y Vox sumarían mayoría absoluta con 182 escaños’. ¿No se lo ha dicho nadie? PP, Cs y Vox YA suman mayoría absoluta en Andalucía, y Ciudadanos le hace ascos a pactar con Vox. ¿Por qué habría de ser diferente a escala nacional? La derechita ha encontrado un nuevo ‘lobo omega’ en los de Abascal, y están felices como perdices de poder someterle al aislamiento y la humillación ritual que sufrió cada uno de ellos en su día.

‘La irrupción de Vox da la mayoría absoluta al centro derecha’, titula triunfante La Razón. Nada de condicional, nada que indique que está hablando de una encuesta y que no hay elecciones a la vista, no: da la mayoría absoluta. Olé tus narices, Paco.
Debajo, ese tipo de foto que se ha puesto irritantemente de moda, los candidatos peperos jugando a tapar la calle, que no pase nadie, avanzando sonrientes hacia la cámara, ni una corbata a la vista, mucho vaquero, todo muy guay, desenfadado y juvenil. ¿Les he dicho ya cuánto aborrezco el marketing político?

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