‘La UE sitúa el fin de la era del combustible fósil en 2050’, leo en El País. ¿De cuántas maneras es arrogante esta declaración? Es muy posible, carezco de los conocimientos suficientes, que en 2050 no se empleen ya combustibles fósiles para generar energía, o se usen tan minoritariamente que pueda decirse que su era ha pasado, pero, desde luego, que lo declare la Unión Europea es absolutamente irrelevante.
Por otra parte, no se trata de una mera profecía, sino de un plan para ir gradualmente reduciendo la dependencia con respecto al carbón, el petróleo y el gas antes de esa fecha. Pero Europa no es ya el centro del mundo, y lo que haga o deje de hacer no es determinante de lo que decida el resto del mundo. ¿Qué pasa si Estados Unidos, los BRICS, Asia y los demás países encuentran que para entonces sigue siendo más rentable o incluso necesario el uso de combustibles fósiles? ¿Qué si las energías alternativas no están lo bastante desarrolladas aún para sustentar un desarrollo económico suficiente a precios razonables? Nada, sino que nuestros países serán menos y menos competitivos en la economía mundial, empobreciéndonos y perdiendo peso en el mundo para nada, porque si el resto del planeta sigue quemando alegremente petróleo y gas, las emisiones seguirán siendo las que eran con Europa. En condiciones normales, la necesidad acaba generando el desarrollo de nuevas formas de explotación energética y de empleo más eficiente de la energía. Pero eso no hace falta decretarlo desde un despacho de Bruselas. ¿De verdad queremos volver a la economía planificada, y con ese alcance, tras su fracaso monumental en el siglo XX?
Debajo, una foto de ‘inmigrantes’ rescatados en un barco. Titular manipulador, entrecomillado: «No tengo miedo a morir, tengo miedo de Libia». Son palabras de uno de los inmigrantes, Pascual Durá, y El País las destaca en su primera dentro de un campaña propagandística que ya conocemos sobradamente a estas alturas. Es bastante indecente. Admitimos de buen grado que Durá prefiera la muerte a volver a Libia. Pero entonces lo incomprensible es que Durá haya ido a Libia, porque parece bastante evidente que no es libio. Una red de traficantes de seres humanos le llevó allí, después de pagar una fuerte suma de dinero, desde algún país del África Subsahariana, mercaderes de la desesperación a los que la prensa al uso les está haciendo una fantástica campaña publicitaria y cuyo negocio está promocionando con el obvio ‘efecto llamada’. Porque a Durá se le podría no devolver a las costas libias de las que partió, pero seguirán llegando a ese Estado fallido miles de sus hermanos subsaharianos. Me pregunto qué parte de la palabra «incentivo» no comprenden.
Abriendo El Mundo, ‘El PSOE borra la ‘corrupción’ de las 140 páginas de su programa’. Ya saben, el partido de los ERE y del gobierno de Alí Babá con Felipe González. Lo cual, he de decir, me parece la mayor muestra de honestidad de estas elecciones. ¿Para qué fingir una lucha contra la corrupción que no se va a dar, sobre todo viendo que, a estas alturas, al votante parece importarle un pimiento que sus señoritos roben a manos llenas? ¿Qué lucha ni qué lucha, si la posibilidad cierta de enriquecerse es el acicate de tanto aspirante a un puesto en la Junta? Bravo por el PSOE.
Debajo, las palabras entrecomilladas del candidato ‘pepero’, Juan Manuel Moreno Bonilla (que, por cierto, tiene nombre de copla): «Quien se la juega el 2-D es Andalucía: o gobierno del cambio o un gobierno socialcomunista’. El PP ha estado haciendo una campaña como de no tener las menores ganas de ganar, y esta frase la redondea: lo de «gobierno del cambio» hiede a estas alturas; el PSOE llegó a la Moncloa en 1982 con ese lema, que han repetido incesantemente todos los partidos de la oposición en todas las elecciones. El ‘cambio’ nunca ha traído cambio sino de caras. Y el cambio puede perfectamente ser a peor, eso también lo sabemos. Me asombra que «cambio» pueda seguir teniendo algún tirón.
Hoy ABC no tenía especiales ganas de dar sin más una noticia de ayer, y ha tirado de archivo para recopilar escándalos de este gobierno, lo que es tan fácil como pescar en un barril. ‘La regeneración según Sánchez’, cuenta a un público lector que, imagino, ya sabe bien de qué va la vaina. Con Borrell I ‘El Honrado’ en grande y caritas de otros ministros.
Y La Razón nos saca al Rey junto al Hijo del Cielo, el Emperador Xi Jiping del Reino del Medio, y al lado el titular: ‘Don Juan Carlos estará junto a los padres de la Constitución el 6-D. Qué alegría, qué alboroto.
