Hoy observo en la primera de El País una curiosa métrica de contraste, estéticamente satisfactoria. Despejemos el primer titular, la noticia más repetida en mis cabeceras: ‘Las protestas sociales desbordan a Torra tras seis años de ‘procés’. Entre todos los que describen este asunto es el más contenido, y en su forma mantiene la intriga sobre qué tienen que ver esas protestas con el aliterativo ‘procés’.
Luego, dos pareados interesantes, el contraste del que les hablaba. Así, mientras en un titular leemos que ‘Reino Unido se arriesga a una crisis peor que la de 2008 con un Brexit duro’, justo debajo se nos informa de que ‘La UE controlará la inversión extranjera en medios’. Es decir, en uno insinúa razones por las que un país pueda querer escapar del club europeo (control), mientras que en la de arriba explica por qué es un disparate hacerlo (crisis). Naturalmente, como dejan claro las formas verbales respectivas, en un caso es un riesgo, y en el otro una certeza futura.
No desentona en absoluto de ese intrigante pareado la foto y su pie: bajo la imagen de Felipe VI y Xi Jiping, ‘España y China, contra el proteccionismo’. China es una atroz tiranía que mantiene orgullosa su nombre de régimen comunista, por más que haya logrado combinarlo con una despiadado capitalismo dickensiano, y si aborrece el ‘proteccionismo’ -que, naturalmente, practica en lo que le interesa- es porque se ha convertido en el tendero del planeta. En cuanto a España, ni está ni deja de estar ‘contra el proteccionismo’; está en eso, como en tantas cosas, a lo que le digan desde Bruselas, desde la UE, que ciertamente es un bloque proteccionista.
El otro doblete lo encontramos en la columna de la izquierda. Arriba, ‘La jueza procesa a Cifuentes por falsificar el acta del trabajo fin de máster’; abajo, ‘Archivada la causa por irregularidades en el título de la exministra Montón’. ¿No es maravilloso estar entre los que mandan?
El Mundo abre con la foto, una imagen del choque entre bomberos barceloneses ‘en lucha’ contra los Mossos a las puertas del Parlament. Debajo, el titular que lo explica: ‘La Cataluña real evidencia el colapso del independentismo’. No sé si me gusta mucho que los periodistas decidan qué es real y qué pintado en una comunidad, y en cuanto al ‘colapso del independentismo’, esperaré a unas elecciones para verificarlo, gracias.
ABC, como siempre que toca monarca, nos da un respiro de la actualidad más dramática. Saca a Sus Majestades saludando al emperador chino sobre el titular: ‘China y España relanzan su particular ruta de la seda’. Y con guantes de seda tratan todos a este último gran tirano del planeta, sencillamente porque es enormemente rico y poderoso. Y vale, bueno, está bien, pero que me dejen luego de intervenciones ‘éticas’ para derribar a cualquier régimen que no nos guste y no tenga media bofetada, háganme el favor.
Retomamos la foto del choque catalán en la primera de La Razón bajo un titular de fantasía: ‘Diada social contra Torra’. La pega en todo esto es que los titulares no dan para aclarar esa relación entre las protestas y el ‘procés’, y hay que entrar en la noticia para enterarse; no es que médicos, bomberos y estudiantes hayan organizado protestas contra el ‘procés’, directamente, sino contra sus consecuencias inevitables: lo que se dedica a levantar la aldea Potemkin de la republiqueta es dinero que hay que detraer de otras partidas, como Sanidad, Educación o servicios como el de bomberos. De hecho, ese partido creado deprisa y corriendo a mayor gloria del Carlomagno de Waterloo, JxD, ha respondido a las huelgas con la avilantez de que prestar atención a menudencias como curar a la gente «distrae» de reclamar la independencia. Sin esta declaración, si alguien hubiera dicho que a los procesistas les importan más sus patochadas de callejón sin salida que la salud y la vida de la gente, me hubiera parecido cruel. Pero no, no necesitan de enemigos que les hagan quedar como la chata de Pumarín.
