La historia de hoy consiste en que, tras cursarse orden internacional de detención contra Carles Puigdemont y los otros consellers huidos, y sabiendo el ex presidente que sería arrestado, eligió entregarse a la justicia belga que, luego de interrogarle, como dispone el ordenamiento del país, lo deja en libertad con medidas cautelares.
Pero esto es demasiado largo para un titular, así que cada cabecera elige el trozo que le parece más sabroso de todo esto.
El País se queda con la primera parte de la historia: ‘Puigdemont y los exconsejeros huidos se entregan en Bélgica’. No sé si juzgar significativo que quienes tantas veces han sido en los titulares del diario de referencia ‘consellers’ sean aquí súbitamente ‘consejeros’. Juzguen ustedes.
ABC avanza en el tiempo y abre por el final: ‘Libertad vigilada para Puigdemont en Bélgica’. La foto tiene las intenciones de un Miura, una borrosa escena tomada desde una ventana con luz tenue y artificial, muy de cine negro moderno, del abogado, de pie, dando instrucciones a su cliente.
La misma ventana, la misma luz, pero ahora está solo Puigdemont de espaldas, en El Mundo. Y un titular bastante completo: ‘El juez deja libre a Puigdemont después de pactar su entrega’.
Otra vez esa ventana, y un melodramático ‘Puigdemont, atrapado en Bélgica’, en La Razón, pero en este caso no es el tema que manda. El diario de Marhuenda abre con la noticia, no menos jugosa para el ‘procés’, de que ‘Trias participaba en una ‘offshore’ que ocultaba dinero en Suiza’. Falta el ‘presuntamente’, será que no les cabía.
Al otro lado de la frontera, aún imaginaria, La Vanguardia grita libertad. ‘La justicia belga deja libre a Puigdemont tras interrogarle’. Es, curiosamente, la misma idea que expresa el titular de El Mundo, pero mientras allí es «el juez», aquí es toda «la justicia belga» el sujeto.
Y El Periódico se sale en originalidad. La foto es la misma, o muy parecida, a la de El Mundo, pero el titular rompe moldes: ‘El juez permite seguir en Bélgica a Puigdemont’. Ni entrega/arresto, ni interrogatorio ni medidas cautelares; cualquiera diría que el ex president había solicitado el privilegio de continuar sus vacaciones belgas.