«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
La Gaceta de la Iberosfera
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
ENTREVISTA A Una VOZ autorizada de la oposición real en Bolivia
ENTREVISTA A Una VOZ autorizada de la oposición real en Bolivia

Hugo Marcelo Balderrama: ‘En Bolivia la gente está cansada del Gobierno socialista’

26 de septiembre de 2021

Josep Maria Francàs entrevista a Hugo Marcelo Balderrama, economista boliviano, escritor y profesor universitario. Una de las voces más autorizadas de la oposición real en Bolivia.

—’Fe en la libertad‘ es el título de uno de sus libros. ¿Este es el remedio?

Fe en la libertad es un resumen de varios años de artículos. Es un poco resumen personal de vida y otro tanto una cuestión política. Se publicó en 2017, cuando yo salía de una crisis personal y Bolivia, mi país, se perfilaba a ingresar a una nueva crisis política. Me preocupaba cómo mis conciudadanos volvían a confiar en un gobierno cuya única oferta era más impuestos y menos libertad. Por eso decidí llamar al libro Fe en la libertad.

—La Bolivia de hoy, ¿tiene Fe en la libertad?

—En Bolivia la gente de a pie ama su libertad. Por eso hace bien poco se vio una defensa de la propiedad privada por parte de los agropecuarios que resistieron con todo a los avasallamientos organizados por Evo Morales y el presidente Arce Catacora, que gobierna para Morales, pero no para Bolivia. Penosamente y desde hace ya años, la sociedad civil se ve traicionada por una falsa oposición que juega a favor del régimen de Morales. Por ejemplo, la ley de impuestos a la grandes fortunas gozó del total apoyo de Comunidad Ciudadana (el frente opositor). Bolivia es una sociedad que ama la libertad, pero que es traicionada por los políticos.

—¿No hay verdadera oposición ahora en Bolivia?

—No. La oposición en Bolivia sólo busca espacios de poder. Eso la lleva a negociar con el MAS, aunque eso signifique dejar a la población a expensas de los socialistas.

—Pero hay oposición en la cárcel, por ejemplo Jeanine Áñez…

—El mismo Evo Morales admitió su pacto con Añez y hay un video de Morales contando ese acuerdo. Penosamente, Jeanine Áñez pensó que pactando con Evo tendría una larga carrera política. Pero no consideró que el Movimiento Al Socialismo es un agrupación criminal capaz de deshacerse de sus propios correligionarios o de sus socios. Lo de Áñez es más un símbolo para curar fracturas internas al interior del MAS.

—¿Me dice que Áñez pacto con Morales pero cuando el MAS ganó las elecciones, Evo la traicionó…?

—Correcto. Literalmente, Evo admite haber pactado con Áñez para mantener la sigla del partido e ir a las elecciones de octubre 2020 (en plena crisis del COVID). En el MAS conviven tres sectores: indigenistas, progresistas por LGTB y marxistas de vieja escuela. Encarcelar a Áñez era la forma de contentar a los marxistas de la vieja escuela que son el ala más radical.

—Yo he entrevistado a ‘indigenistas’ que ponen a Evo Morales y al MAS a caer de un burro… por olvidarse de ellos. ¿Fue así?

—El MAS se vanagloria de una frase: «seremos millones». Al parecer, le interesa que los indigenas sean millones para deshacerse de ellos. El gobierno de Arce Catacora tiene como ministros a varios rubios de ojos azules y de apellidos europeos. Para el MAS, los indigenas son sólo carne de cañón. Por eso muchos indigenistas están molestos con Evo porque sienten que usa a los indigenas sólo para las protestas y luego los sacan de los ministerios o puestos de poder. Tener a Áñez como prisionera es una forma de acercarse a ese sectores que consideran que Áñez lo masacró.

—¿Áñez masacró a los indígenas?

—No. Lo que sucedió en Sacaba y Senkata fueron ataques terroristas organizados por Cuba, Venezuela y el ala radical del MAS. Áñez ordenó que las Fuerzas Armadas y la Policía detuvieran esos ataques. En realidad, la izquierda buscaba que los muertos sean de su propio lado, para de esa forma armar la figura del golpe de estado y la masacre.

—Al MAS, ¿no le importaba su gente?

—Nunca le importó. Toda muerte de su propio lado es una figura mediática para impulsar la imagen de Morales como defensor de los «oprimidos» y “pobres”. La izquierda es muy hábil construyendo relatos.

—A Evo se le acusa de narcotráfico y de pederastia, ¿es así?

—Que Evo Morales, junto con todo el Foro de Sao Paulo, usa el narcotráfico como fuente de financiamiento para llegar al poder es algo que ya está demostrado por varias investigaciones, por ejemplo, el libro El Impostor de Nicolas Marquez. Por otro lado, el mismo Morales presumía de sus afición por las menores de edad y lo hizo publico en varias entrevistas. Paradójicamente, las organizaciones feministas jamás levantaron su voz, incluso hasta lo justificaron.

—¿Cómo se justifica esa afición a la pederastia?

—Evo Morales dice sentirse mejor con las jovencitas. Literalmente dice que su sueño es envejecer con quinceañeras. Supongo que se debe a un rasgo de dominio sobre personas indefensas, pero eso es sólo especulación mía.

—Pero me has dicho que las feministas lo justificaron, ¿cómo lo justificaron?

—En algún caso guardaron silencio absoluto y otros dijeron que en la cultura indígena es «normal» que los mayores tenga relaciones con chicas jóvenes, que no podía juzgar a la cultura indígena con parámetros occidentales. Usaron el típico argumento del relativismo cultural, algo que se ve en Europa cuando los agresores son musulmanes. 

—Y lo del narcotráfico, ¿también se justificó?

—La justicia boliviana responde a los intereses de Evo Morales. Jamás prosperan las investigaciones contra nadie del régimen. Por ejemplo, el canciller Mayta falsificó un documento para involucrar al expresidente argentino en el supuesto golpe de Estado en Bolivia. En un país serio ya debería haber renunciado por usar un documento falsificado.

No solo es un gobierno que nos llevó a retroceder años, sino que retomó el embuste, la mentira, el abuso y la persecución. A toda costa, el masismo delincuente sabe que si pierde el poder otra vez, será de forma definitiva.

—¿Qué es el libro ‘El Impostor’ de Nicolas Marquez?

—Es un trabajo que muestra que Evo Morales es producto de varias ONG argentinas y de varios sociólogos argentinos que romantizaron la lucha contra el narcotráfico para convertir a Morales en una especie de nuevo Che Guevara. De hecho, la izquierda argentina tiene influencia en el gobierno de Bolivia hasta hoy. Por ejemplo, lo que sucedió hace poco con la falsificación de las cartas y las vergonzosas declaraciones del presidente argentino.

—¿Ve boyante al ‘Grupo de Puebla’?

—Penosamente, sí. Pero también los veo preocupados, porque sus mentiras no están funcionando como a principios del siglo XXI.

—Pero están Cuba, Venezuela, Nicaragua, Argentina, Perú y Bolivia al caer y Colombia y Chile cerquita… ¿Cómo acaba esto?

—En Bolivia la gente está cansada del Gobierno de Arce Catacora. Si no tomaron las calles es por miedo al covid. Pero la paciencia es cada vez más corta. Ya Arce Catacora tuvo que frenar un proyecto de impuestos digitales. En Perú se ven protestas por el fraude electoral. Penosamente, Chile instaló una asamblea constituyente que, entre otras cosas, quiere destruir los marcos institucionales. Pero debemos considerar que mientras haya humanos, habrá política. No se deben bajar los brazos como ya demostró mi país en 2019, cuando logramos tumbar a Evo en su momento más fuerte.

—Le noto optimista… ¿quién o qué se enfrenta al poderoso ‘Grupo de Puebla’ en Iberoamérica?

—Estoy optimista. Porque mientras más nos quieren mentir, peor les sale las cosas. Además, veo a una juventud boliviana dispuesta a pelear por libertad. De hecho, el Gobierno boliviano está persiguiendo a los líderes juveniles, porque reconoce su potencial. Te puedo citar el caso de Yassir Molina, cabeza de la Resistencia Cochala, que el Gobierno encarceló por liderar la defensa de mi ciudad. Paradójicamente, la oposición no dice nada de ese caso porque Yassir opaca la figura de los políticos y eso no les conviene a personajes como Carlos Mesa. Es lo que te decía más arriba, los políticos de oposición prefieren pactar con el oficialismo.

—¿Cómo ves a España desde tu tierra?

—Sin duda que el 4 de mayo del 2021 fue un día negro para la izquierda española. Primero, porque Pablo Iglesias sufrió una derrota tan grande que lo obliga a jubilarse de la política —aunque debemos ser cautos con este anuncio—. Segundo, la consolidación de VOX como fuerza política en España. Finalmente, porque la derecha ha demostrado ser mucho más inclusiva que toda la izquierda, pues dos hermosas mujeres, Isabel Díaz Ayuso y Rocío Monasterio, se han establecido como las cabezas más visibles en Madrid. Si hacemos memoria de las piedras lanzadas en los mítines de VOX, los ataques de toda la prensa progresista contra Alicia Rubio, Santiago Abascal, Roció Monasterio y, en general, contra cualquiera que los apoyara, podemos decir que la ciudad de Madrid resucitó. La razón es simple: la gente común y corriente —que por naturaleza es conservadora— se siente asqueada de ser tratada de «facha», «retrógrada», «xenófoba» e «intolerante».

—¿Es usted optimista también respecto a España?

—Sí. Me pone contento el crecimiento de VOX.


Una entrevista de Josep María Francàs para La Gaceta de la IberosferaSígale en Twitter y en su canal de Telegram

Otras entrevistas
Noticias Relacionadas
.
Fondo newsletter