«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
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Entrevista a Marion Maréchal, directora del ISSEP
Entrevista a Marion Maréchal, directora del ISSEP

Marion Maréchal: ‘VOX tiene razón en no caer en la moderación. La derecha que se une al centro acaba absorbida por la izquierda’

31 de marzo de 2021
  • «Al ISSEP no le avergüenza fomentar los sentimientos patrióticos entre los jóvenes, unos valores que hoy son víctima de la cultura de la cancelación».
  • «La agenda progresista está deslizándose hacia una forma de obsesión por la raza, el género y todos los estudios de las ciencias sociales. El ISSEP quiere ser un santuario de libertad».
  • «El marxismo tradicional está mutando hacia un nuevo cripto-marxismo progresista que está pasando de la lucha de clases a una lucha de razas o sexos».

Más de 120 personalidades del mundo de la política, la cultura y la sociedad civil han firmado ya la ‘Carta de Madrid’ en defensa de la democracia y del Estado de Derecho frente a la amenaza comunista en la Iberosfera.

Una de las últimas en respaldar esta iniciativa, auspiciada por Santiago Abascal, líder de VOX y presidente de la Fundación Disenso, ha sido Marion Maréchal, que con 22 años se convirtió en la diputada más joven en la historia moderna de Francia y abandonó la política institucional para fundar en 2018 el Instituto Superior de Sociología, Economía y Política (ISSEP), una institución académica alternativa a las corrientes intelectuales e ideológicas que imperan hoy en Europa.

La Gaceta de la Iberosfera entrevista a Maréchal en un encuentro en el que fundadora del ISSEP detalla sus motivos para firmar la ‘Carta de Madrid’, alerta de la amenaza del socialismo del siglo XXI, el nuevo nombre del viejo comunismo, y de los peligros del globalismo de la Unión Europea.

Usted es una de las personalidades que ha firmado la ‘Carta de Madrid’, impulsada por la Fundación Disenso, en defensa de la libertad y contra el comunismo en la Iberosfera, esa enorme comunidad de personas que hablan español. Pero usted es francesa. ¿Por qué ha firmado la ‘Carta de Madrid’?

– Por una razón muy simple que solemos olvidar. Francia también es una potencia en Iberoamérica y, como tenemos un territorio que está allí que se llama Guayana y somos frontera con Brasil, tenemos mucho interés en que este continente se desarrolle en democracia, que sus países sean económicamente prósperos y sus regímenes políticos estables, porque, si este continente sufre todos los excesos y abusos que conocemos con el gobierno ‘criptocomunista’ y progresista, pagaremos las consecuencias directamente, especialmente si Brasil se ve afectado.

Además, sabemos que el Foro de Sao Paulo también está trabajando en Brasil, y tenemos una problemática muy particular ligada a este territorio: la inmigración ilegal, la seguridad y el tráfico de personas. Por lo que estamos directamente interesados en el futuro de este continente y lamento que el Gobierno francés no se esté volcando demasiado.

Firmar esta carta en una señal que envío. Iberoamérica tiene ciertos puntos de entrada al continente europeo, evidentemente Portugal y España, pero también Francia, y creo que es necesario que estos países no se acobarden en esos círculos políticos e intelectuales iberoamericanos, y para ello es necesario crear un vínculo estructural. En este sentido, el enfoque de la ‘Carta de Madrid’ me parece útil y necesario para asegurar que Iberoamérica no solo gire alrededor de Estados Unidos por su geografía, sino también alrededor del continente europeo.

Por último, estoy en la dirección de una escuela de ciencias políticas y administración, el ISSEP, que también tiene sede en España. Sabemos que, a través del foro de Sao Paulo, existe también la creación del Grupo de Puebla que tiene vocación de influencia y de batalla cultural, también en el mundo universitario. Si sus movimientos prosperan en la universidad, la libertad de expresión, de opinión y de enseñanza será quien lo sufra. La agenda progresista está deslizándose hacia una forma de obsesión por la raza, el género y todos los estudios de las ciencias sociales. El ISSEP Madrid y el ISSEP Francia quieren ser lugares de libertad, en todos los sentidos de la palabra y, en particular, de la libertad de expresión y opinión.

– El socialismo del siglo XXI, el nuevo nombre del viejo comunismo, se ha rearmado en Iberoamérica y está consiguiendo recuperar buena parte del poder perdido. ¿Qué responsabilidad tiene la Unión Europea en este avance del comunismo en América y, desgraciadamente, en España?

– Aunque el funcionamiento de los dos continentes es muy diferente, hay una forma de mecánica común en la que se está trabajando: una mutación de este marxismo-tradicional hacia un nuevo cripto-marxismo progresista que está pasando de la lucha de clases a una lucha de razas o sexos.

El problema es que la Unión Europea es más bien una defensora de esta agenda progresista. Al principio, el proyecto del bloque comunitario era, sobre todo, un proyecto demócrata-cristiano. Ya no es así, ahora es un proyecto llevado por la izquierda, una izquierda progresista y neoliberal. Por lo que es necesario crear un equilibrio; la respuesta a los excesos del neoliberalismo no debe estar necesariamente en el socialismo o en el comunismo. Puede haber libertad económica mientras se tenga un estado estratégico y mientras existan formas de proteccionismo que permitan a los países desarrollarse.

Creo en el papel de los líderes franceses y españoles para construir esta nueva voz que ha surgido de los excesos de ese neoliberalismo y que podemos defender la soberanía nacional sin tener un prisma que sea pro o antiamericano. El papel de la Unión Europea debería ser el de ayudar a Iberoamérica y permitir que sus países puedan acceder a la democracia, la libertad y a una protección económica sin ser prisioneros de esas redes ‘criptomarxistas’ de las que vemos sus efectos todos los días. 

– Usted, que fue la diputada más joven de Francia, ya no está en política activa. De momento. Sin embargo, es la presidente de ISSEP, un programa académico de ciencias políticas destinado a crear líderes. ¿Por qué? ¿Para qué? ¿Cómo es el proceso de formación de un líder en el ISSEP?

– Constatamos que las escuelas encargadas de formar a nuestras élites políticas suelen tener varias deficiencias: la primera es la semejanza sociológica. A menudo son cursos muy similares, que siguen los mismos círculos sociales de otras escuelas y que no contribuyen a dar una visión diversa del mundo y de las ideas.

También hay descenso en la calidad, ya que existe una ideología que intenta sacrificar la excelencia de estas escuelas con el pretexto de hacerlas más accesibles, pero que perjudica a quienes consiguen esa excelencia con su esfuerzo durante años. Y también ha habido un cambio en los programas en los que se han eliminado las pruebas de acceso y de cultura general.

Y la tercera deficiencia es la desviación de la enseñanza y de la investigación que está dirigida por las corrientes progresistas y de la extrema izquierda. En Francia les llamamos indígenas, coloniales, corrientes ‘racialistas’, que tienen problemas con la libertad de expresión, de opinión y de educación. Todos los días en Francia tenemos noticias de conferencias que se cancelan por la presión de activistas o profesores que creen que esos seminarios no encajan con lo políticamente correcto. Incluso hay estudiantes a los que les han lavado el cerebro porque no hay pluralismo intelectual. Es un fenómeno inquietante que va en aumento y por eso creamos el ISSEP, para crear un santuario de libertad y formar a esos futuros líderes con una cultura general sólida, con espíritu crítico y versatilidad, que es lo que muchas veces falta en nuestros Gobiernos.

– ISSEP nace en Francia. Su primera extensión es en España ¿Por qué?

– Siempre hemos tenido el objetivo de desarrollar el proyecto en la ‘Unión Latina’, es decir, Portugal, Italia y España. Creemos que hay un rol particular de esta esfera dentro de la Unión Europea y que hay una falta de sinergia entre estos países para defender sus intereses, su visión y su cultura común.

Primero pensé en Italia, un país que conozco bien, pero finalmente fue un rencuentro con España lo que permitió la creación de ISSEP Madrid con un equipo bastante similar al nuestro: personas jóvenes, involucradas y emprendedoras. Decidimos crear este proyecto con una carta pedagógica común, con objetivos pedagógicos comunes, pero en el que cada uno es autónomo en su funcionamiento.

– Hay una tendencia, que es natural, a buscar con cierta desesperación ser aceptado en la sociedad y eso implica determinadas renuncias y el uso constante de la corrección política. ¿Cómo puede convencer a un joven de que haga lo correcto a despecho del coste personal de navegar a contracorriente? Hay una carrera entre los partidos políticos del establishment por ocupar el centro político. Incluso la izquierda invoca la moderación. Creo recordar que fue Curtis Yarvin quien dijo que la moderación es la ausencia de pensamiento, pero me gustaría conocer la opinión de Marion Marechal sobre la moderación.

– En Francia conocemos este fenómeno desde hace 20 años. En cierto modo, Emmanuel Macron es la culminación de este fenómeno ya que hemos visto un acercamiento ideológico entre el gran partido de izquierdas y el gran partido de derechas, ambos convertidos en dos partidos de centro, pero que no muestran diferencias en la forma de gobernar. Hasta tal punto que la derecha tradicional está realmente muerta. Se ha muerto por ese gran bloque del centro, que hoy es propiedad de Emmanuel Macron.

Los republicanos en Francia tienen, a día de hoy, un 8% de representación en las elecciones europeas y siguen retrocediendo. Ahora mismo, al posible candidato que podría ir a las elecciones presidenciales por el Partido Republicano no se le presupone más del 12 al 15% de los votos. Con esto quiero decir que la derecha no gana nada buscando esa moderación y uniéndose al centro, ya que acaba absorbida por el centro izquierda y observamos que se crea un espacio que hoy ocupa VOX, un poco como lo hizo ‘Agrupación Nacional’, que retomó los compromisos, los principios y valores de la derecha tradicional.

La moderación es un error grave, incluso estratégico, por la simple y buena razón de que va a romper todas las ilusiones del centro, tanto en las cuestiones económicas como en las sociales; cuestiones identitarias, europeas, que surgieron en forma de utopía de corrección política que hoy, como podemos ver claramente, han llegado a su fin.

Pero creo que en Francia la opinión pública está dispuesta a escuchar, a pesar de la Unión Europea. Escuchar una cierta crítica sobre las políticas migratorias que se están llevando a cabo, sobre los peligros del Islam radical y los terroristas islámicos. Por lo que veo desde mi experiencia en Francia, VOX tiene razón al no caer en la moderación.

– En La Gaceta de la Iberosfera hemos comprobado que América está llena de jóvenes reaccionarios dispuestos a liderar la batalla cultural contra el avance del socialismo. Pero también hemos comprobado que les faltan las herramientas adecuadas. ¿Para cuándo podemos esperar que ISSEP se instale en tierras americanas?

– ¿Por qué no? El director del ISSEP Madrid, Santiago Muzio, tiene orígenes argentinos. Además, lo que me parece interesante del ISSEP es que, a pesar de que algunas personas de la dirección podamos estar encasilladas políticamente, como es mi caso, los proyectos no tienen vínculos estructurales con partidos políticos. No somos una escuela de partidos, sino una universidad. Y por lo tanto, podemos formar una generación que tenga opiniones muy diferentes pero que tenga ganas de comprometerse por su país y por su ciudad. Somos una escuela a la que no le avergüenza fomentar los sentimientos patrióticos entre estos jóvenes, transmitiéndoles el conocimiento y el amor por su herencia como civilización, por su historia, valores que hoy son víctima de la cultura de la cancelación. Por esto probablemente haya trabajo que hacer en Iberoamérica, y dado que estamos en este proceso de vinculación cultural, puede ser muy interesante, así que lo pensaremos.

– Una última pregunta. ¿Para cuándo una escuela de periodistas, un máster de periodismo, con la marca del ISSEP?

– Ya tenemos un Máster en Ciencias Políticas y Administración, pero puede ser una buena idea porque la izquierda fidelizada de Antonio Gramsci se ha apoderado de toda forma de pensar: la cultura, los medios y la educación, y así impone una estrategia de influencia, una agenda ideológica, que influye en la sociedad y que hace muy difícil el pluralismo de opinión, de ideas y la libertad de expresión.

Esto ocurre en Francia, pero también en España: los medios están dirigidos por las manos de la izquierda e, incluso, de la extrema izquierda. En el servicio público francés están muy bien representados y, por lo tanto, existe la necesidad de formar personas que no sean partícipes de esto en el ISSEP.

Queremos desarrollar varios cursos de formación y hacer un curso de periodismo tendría sentido, por lo que quizá empecemos en América Latina.

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