Un carterista argelino con más de 20 años de actividad en la Costa del Sol ha vuelto a prisión tras ser responsable de al menos 23 hurtos durante el año 2024. Este individuo, conocido por las autoridades de Benalmádena y Torremolinos, cuenta con un historial delictivo que suma cerca de un centenar de arrestos desde su llegada a Málaga en el año 2000.
La Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Comisaría de Torremolinos-Benalmádena intensificó las investigaciones sobre este ladrón en abril, tras un incremento notable en las denuncias por robos. Su modus operandi, caracterizado por técnicas de hurto al descuido, llamó rápidamente la atención de los agentes, quienes recopilaron pruebas como grabaciones de cámaras de seguridad y el reconocimiento de varias víctimas. Además de los hurtos confirmados, se le atribuyen otros delitos menores, sumando una treintena de ilícitos este año.
Entre los métodos utilizados por este delincuente destaca su habilidad para hacerse pasar por relaciones públicas de espectáculos de flamenco. Con el grito de «¡Spanish flamenco!» y movimientos simulados de sevillanas, lograba captar la atención de turistas mientras les sustraía discretamente sus pertenencias. También aprovechaba oportunidades en hoteles, donde buscaba habitaciones con puertas mal cerradas o incluso escalaba fachadas para acceder por ventanas. En un caso, llegó a encerrar a una pareja británica en su apartamento tras sustraerles un bolso y un teléfono móvil.
Pese a la larga trayectoria delictiva del sospechoso, su verdadera identidad sigue siendo un enigma. Se estima que tiene 51 años y es originario de Argelia, aunque utiliza múltiples alias y nacionalidades, entre ellas francesa y palestina. A lo largo de los años, ha evitado el uso de la violencia y se ha especializado en técnicas que le permiten operar sin levantar sospechas.
Durante su última detención, el hombre confesó abiertamente su motivación a los agentes. «Me habéis pillado, no lo puedo evitar… estoy muy enganchado a las drogas», admitió. Este problema de adicción, según las autoridades, ha sido el motor detrás de su reincidencia.
El ladrón, que ya pasó varios años en prisión, incluyendo una condena en Salamanca, fue puesto en libertad en 2022. Sin embargo, tras regresar a Málaga, retomó su actividad delictiva, convirtiéndose en un problema recurrente para las autoridades locales. Su historial de arrestos, que en 2023 sumó hasta diez detenciones, refleja la dificultad de contener su comportamiento a largo plazo.
Actualmente, el carterista vuelve a estar entre rejas, aunque persiste el debate sobre cómo frenar este tipo de delitos repetitivos en la Costa del Sol. Las autoridades temen que, como en ocasiones anteriores, recupere la libertad en pocos años y continúe con sus actividades delictivas, alimentando la inseguridad en la región.