José Luis Ábalos ha explicado este lunes en el Tribunal Supremo que José Blanco avaló el nombramiento de Isabel Pardo de Vera como presidenta de ADIF, según ha avanzado The Objective. El exministro de Transportes ha remarcado que, aunque recibió múltiples sugerencias para cubrir puestos de responsabilidad, su voluntad era mantener a ciertos cargos del anterior Ejecutivo del PP, cuyos nombres no ha precisado, pero que declinaron continuar en sus funciones.
Durante su declaración ante el juez Leopoldo Puente, Ábalos ha negado cualquier implicación en adjudicaciones irregulares dentro del ente ferroviario y ha intentado desligarse por completo de la contratación de Jésica Rodríguez, así como de los presuntos amaños en contratos públicos por los que esta última está siendo investigada. Además, ha cuestionado la autenticidad de los audios incluidos en el último informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, alegando que podrían haber sido manipulados y que no se reconoce en ellos.
Una de las grabaciones clave del caso fue registrada por el propio Koldo García, antiguo asesor de Ábalos, durante una conversación con el entonces secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán. En dicho diálogo, Koldo aludía a los exministros socialistas José Bono y José Blanco: «Pepe Bono, Pepe Blanco… han venido a pedirme de todo», lamentaba. Los investigadores creen que podría haber existido un sistema de manipulación de adjudicaciones públicas a cambio de comisiones ilegales que habrían superado el millón de euros.
El informe de la Guardia Civil también señala a Santos Cerdán como una figura con notable interés en colocar a personas afines en altos cargos de la Administración. Sólo 19 días después de que Pedro Sánchez asumiera el poder tras la moción de censura contra Mariano Rajoy, Cerdán envió a Koldo un listado con ocho nombres. La intención era clara: que Ábalos los designara para puestos previamente seleccionados. En la mayoría de los casos, sus aspiraciones se cumplieron.
El propio Ábalos ha reconocido que era frecuente recibir sugerencias por parte de compañeros del partido, y ha admitido que existía cierto grado de influencia en las decisiones de nombramiento. Sin embargo, ha insistido en que no recuerda ninguna reunión concreta relacionada con la lista enviada por Cerdán. Entre las sugerencias que más destaca figura la de Pepiño Blanco, precisamente el nombre que más ha mencionado ante el juez como validador de la elección de Pardo de Vera.
En otro extracto de sus conversaciones grabadas, Koldo García describe con amargura su situación personal tras abandonar el Gobierno: sin empleo, con dos hipotecas y dependiendo económicamente de la pensión de su esposa. Reprocha a los dirigentes del PSOE el trato recibido, pese a los «recados» que asegura haber hecho para muchos de ellos. Según él, fue una pieza esencial en una red de favores y presiones que ahora está bajo la lupa judicial.
La tensión también salpica la relación entre Koldo y Pardo de Vera. Según el testimonio grabado del exasesor, la entonces presidenta de ADIF se comprometió inicialmente a facilitar una adjudicación a una empresa del entorno de Ábalos, pero posteriormente habría frustrado la operación, causando —según su relato— graves perjuicios económicos al empresario implicado. Koldo incluso acusa a Pardo de actuar en connivencia con José Blanco, a quien señala de haber pactado una jugada en su contra, presuntamente a cambio de una elevada suma de dinero.