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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

El yihadista detenido culpa a la islamofobia: 'Nos acusan a todos'

El abogado del presunto yihadista Yassin El Mourabet ha alegado en el juicio que en España se magnifican algunas operaciones antiterroristas por razones políticas para aparentar que se lidera la lucha contra el yihadismo y por islamofobia «metiendo en el mismo saco» a todos los musulmanes.
La Audiencia Nacional ha dejado hoy visto para sentencia el juicio de los marroquíes Yassin El Mourabet, Abdessadek Essalhi y Walid Oudras, para los que la fiscal ha mantenido su acusación de pertenencia a organización terrorista aunque tras el desarrollo de la vista ha pedido que sean condenados a siete años de prisión, dos menos que lo que solicitaba en sus conclusiones provisionales.
Además ha planteado unas alternativas para el caso de que la Sala no aprecie dicho delito para que sean condenados por adoctrinamiento o autoadoctrinamiento a entre seis y cinco años los dos primeros y a cinco años el tercero con la posibilidad de sustituir la pena menor por expulsión de España.
Por su parte, los abogados defensores han reclamado la absolución de todos ellos además de su inmediata puesta en libertad incluso antes de que se dicte la sentencia, a lo que se ha opuesto la fiscal.
La fiscal ha mantenido que se ha probado que la Policía tuvo que detenerles en 2015 al tener indicios de que podían cometer un atentado contra un centro de reunión de musulmanes de credo sufí -el Estado Islámico es del credo suní- en el barrio de Prosperidad de Madrid, cerca de la casa donde residía Walid Oudra.
Ha añadido que los tres formaban parte de una «subcélula» de Dáesh y experimentaron un proceso de radicalización iniciado en una mezquita de la madrileña calle de Peña de Francia comenzando por Yassin El Mourabet, que contactó con miembros de la organización terrorista y que luego adoctrinó a Abdessadek Essalhi y este a Walid Oudra.
También ha destacado que Yassin El Mourabet tenía en su teléfono una carta del Estado Islámico que no era pública en internet y que solo podían acceder a ella los integrantes de la organización terrorista.
El abogado de este acusado, Marcos García Montes, ha denunciado «la magnificación policial» en operaciones contra el yihadismo como ésta y que «se bordea la islamofobia por unos atentados repugnantes que rechazamos pero por los que se mete en el mismo saco a islamistas religiosos con los yihadistas».
«También los cristianos hacemos barbaridades», ha recordado el letrado.
Ha estimado que algunos procedimientos contra supuestos yihadistas obedecen a un interés político de hacer constar de que España es el primer país del mundo y el «faro universal» en la lucha contra este tipo de terrorismo.
Los tres acusados han hecho uso de su derecho a la última palabra de forma breve.
Yassin El Mourabet se ha limitado a decir: «Soy inocente y confío en la justicia» y Abdessadek Essalhi: «Por favor que se haga justicia, estamos en la cárcel por no hacer nada».
Por su parte Walid Oudra ha aprovechado su turno para rechazar la acusación de la fiscal de que contactó con un terrorista combatiente en Libia.
 

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