Aena prepara el plan de reaperturas de los aeropuertos que gestiona, entre ellas la de una parte de la terminal de Palma de Mallorca y la terminal 1 (T1) del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, cerrada desde hace tres meses, para dar cabida al aumento de la programación que preparan las aerolíneas una vez que se levante el estado de alarma y se abran las fronteras.
Además, automatizará los controles de temperatura mediante cámaras termográficas y digitalizará el documento que deben rellenar los pasajeros para que se pueda seguir su rastro en caso de contagios.
El gestor aeroportuario ha informado en una nota de que reabre parte de la terminal del aeropuerto de Palma de Mallorca para la llegada de turistas alemanes en la prueba piloto que arranca este mismo lunes para testar cómo funciona el corredor seguro establecido entre el país germano y la isla española. En agosto abrirá una parte más.
Además, el 1 de julio estará operativa la T1 del aeropuerto madrileño de Barajas, cerrada desde hace tres meses. El aeropuerto de la capital estudia la fecha de reanudación de la actividad en la terminal satélite de la T4 en función de la evolución sanitaria y económica del país, del levantamiento de las restricciones y de la evolución del tráfico aéreo.
En julio también está previsto que reabran alguna áreas de la T1 del Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat y en agosto lo harán las terminales T2A y T2B, coincidiendo con el aumento del volumen de pasajeros y operaciones.
En el resto de aeropuertos de la red, Aena irá abriendo instalaciones durante la temporada de verano en función de las necesidades y de la demanda.
A la vez, Sanidad Exterior controlará la temperatura de los pasajeros internacionales mediante cámaras termográficas, que está probando desde el pasado 15 de mayo, de forma automatizada a partir del 1 de julio ante el aumento del tráfico en los aeropuertos.
El formulario de datos para los posibles rastreos que deben rellenar los pasajeros (Passenger Location Card, PLC) -que ahora se rellena en el avión y se entrega en mano en el control de temperatura- se digitalizará para contribuir también a un tránsito más fluido por el aeropuerto.
Aterriza en Palma el primer vuelo con turistas extranjeros en tres meses
En el avión, fletado por el turoperador TUI, han volado 189 pasajeros, de los que una veintena son periodistas y el resto turistas alemanes que estrenarán la temporada de verano en el marco de un plan piloto que adelanta seis días a la apertura de las fronteras.
El vuelo de Düsseldorf, al que seguirá esta tarde otro con origen en Fráncfort, es el primero de los 47 autorizados hasta el 30 de junio en los aeropuertos de Mallorca, Ibiza y Menorca por el Ministerio de Sanidad para el plan de reactivación segura del turismo.
Debido a la decisión del Gobierno de adelantar la reapertura de fronteras al turismo al 21 de junio, la duración del proyecto queda en apenas una semana, y los vuelos previstos en estos primeros días en seis -cinco en Mallorca y uno en Ibiza-, ya que los otros 41 estaban programados a partir del próximo domingo.
No obstante, TUI, que ha programado casi una treintena dentro del plan piloto, ha indicado que mantendrá esta oferta para lo que resta de junio y esperará al 1 de julio para ampliarla y atender una demanda que prevé creciente, según ha declarado un responsable de la compañía en el aeropuerto.
El plan piloto está previsto para un máximo de 10.900 turistas procedentes de los aeropuertos alemanes de Düsseldorf, Fráncfort, Hamburgo, Hannover y Stuttgart, y ha sido negociado con los turoperadores TUI, DER Touristik y Schauinslad-Reisen y las patronales hoteleras.
Los alojamientos preparados para estos turistas han sido acondicionados con medidas de seguridad, dotados de cartelería y señales para promover el seguimiento de las recomendaciones sanitarias por parte de los huéspedes y atendidos por personal con formación específica.
Los viajeros deben rellenar en el avión un cuestionario de salud, someterse a su llegada a un control de temperatura, facilitar su teléfono y lugar de alojamiento para que personal del Gobierno de Baleares haga un seguimiento de su estado de salud.
El ejecutivo autonómico tiene contratados apartamentos para aislar a algún visitante que pueda dar positivo de coronavirus mientras no requiera hospitalización. En caso de que sí lo precise, recibirá la misma atención que cualquier residente, igual que los contactos de posibles positivos se seguirán de la misma forma que cuando se producen entre la población local.