El municipio de Paiporta, epicentro de los daños causados por la reciente riada en Valencia, ha sido escenario de una controversia tras conocerse que voluntarios que acudieron a ayudar a los vecinos afectados fueron multados con 200 euros por estacionar incorrectamente sus vehículos. Esta situación ha generado indignación entre los residentes y los propios afectados, quienes han calificado la actitud del Ayuntamiento como «miserable».
Durante un pleno extraordinario celebrado este lunes en el Ayuntamiento de Paiporta, una agricultora que participó en las labores de limpieza y reparto de comida aludió directamente a la alcaldesa, Maribel Albalat, del Partido Socialista. «Nos han multado con 200 euros a cada vehículo, encima de que venimos a ayudar. ¡Mientras nosotros repartíamos comida al pueblo, ninguno de ustedes salió a hacerlo!», exclamó la voluntaria, visiblemente enfadada. Según relató, los agentes locales incluso retiraron con grúas los tractores que estaban siendo utilizados para apoyar a los damnificados.
La polémica gestión de la DANA en Paiporta no se limita a las sanciones. El equipo de gobierno encabezado por Maribel Albalat ha sido reprobado por su actuación, calificada de «tarde y mal», en una moción presentada por el Partido Popular y respaldada por VOX y Compromís. Durante el pleno, la portavoz del PP en el Consistorio, Chelo Lisarde, arremetió contra el ejecutivo municipal. «No saben, no quieren, o viven en una realidad paralela a la de los vecinos», declaró Lisarde, criticando la falta de empatía en áreas como comercio, educación, bienestar social y salud pública.
Las críticas hacia la alcaldesa se intensificaron tras las denuncias de los voluntarios, quienes aseguran que las multas fueron impuestas mientras ayudaban a limpiar calles, rescatar bienes y repartir alimentos. Según los afectados, estas acciones deberían haber sido responsabilidad directa del gobierno local, que, según ellos, no actuó con la rapidez y eficiencia necesarias tras el paso del temporal.
La indignación no solo proviene de los partidos de la oposición. Los vecinos también han mostrado su malestar ante lo que consideran una gestión deficiente por parte del Ayuntamiento. «Faltaron ayudas, gestión y, sobre todo, empatía», concluyó Lisarde, señalando que esta situación refleja un distanciamiento entre las autoridades y las necesidades reales de los ciudadanos.
Mientras la polémica sigue en aumento, la alcaldesa Maribel Albalat optó por guardar silencio durante el pleno, lo que ha sido interpretado por algunos como una falta de voluntad para asumir responsabilidades. El episodio ha dejado un clima de malestar en Paiporta, donde los esfuerzos por superar los efectos de la DANA se ven empañados por decisiones administrativas que, según los afectados, no han estado a la altura de las circunstancias.