El anuncio del acuerdo entre el Gobierno de Pedro Sánchez y Bildu para derogar la ley mordaza pilló por sorpresa a altos cargos del Ministerio del Interior que dirige Fernando Grande-Marlaska. Varios de ellos se enteraron de los detalles del pacto a través de los medios de comunicación ya que, según han reconocido fuentes del ministerio a Vozpópuli, no se esperaba que el acuerdo se hiciese público en ese momento.
Uno de los puntos más conflictivos del acuerdo radica en la posible prohibición de las pelotas de goma, un tema que EH Bildu dio prácticamente por cerrado. Mientras tanto, fuentes del propio Ministerio del Interior se mostraron cautelosas, insistiendo en que la eliminación de este material aún está siendo estudiada. A pesar de ello, miembros de la cúpula de Interior no ocultaron su desconcierto ante el desconocimiento de varios aspectos clave del pacto, además de la falta de información previa sobre el anuncio.
Aunque el Ministerio del Interior había sido consciente de las conversaciones continuas entre el PSOE y EH Bildu con el objetivo de modificar la polémica ley, lo que generó mayor malestar fue el hecho de que los proetarras hicieran público el acuerdo sin previo aviso. Esta maniobra fue duramente criticada por varios miembros del Gobierno, incluidos algunos cercanos a Grande-Marlaska. De hecho, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, manifestó su sorpresa, subrayando que aún quedaban negociaciones pendientes con otras fuerzas políticas.
Durante su intervención, Mertxe Aizpurua, portavoz de EH Bildu, destacó la prohibición de las pelotas de goma, la revisión de las sanciones por faltas de respeto a la autoridad y la eliminación de las devoluciones en caliente, medidas que había defendido Grande-Marlaska en la legislatura anterior pero que ahora quedaban en entredicho.