«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
El archipiélago se expone a una presión migratoria de proporciones históricas

Amenaza para Canarias: casi 300.000 malienses esperan en Mauritania para llegar a la frontera sur de Europa

Llegada de una patera a las Islas Canarias. Europa Press

Las Islas Canarias siguen al borde del colapso ante una crisis migratoria que no da tregua. Según datos exclusivos de FRONTEX obtenidos por LA GACETA, cerca de 300.000 inmigrantes malienses se encuentran actualmente en territorio mauritano, la mayoría de ellos listos para embarcar con destino al archipiélago canario. Este corredor, considerado ahora como el más letal del mundo, no sólo pone en riesgo miles de vidas como consecuencia del actual efecto llamada promovido por el Gobierno de Pedro Sánchez, sino que amenaza con desbordar por completo los recursos de las islas, exponiendo a la región a una presión migratoria de proporciones históricas y abriendo la puerta a graves riesgos de seguridad para España debido a la creciente inestabilidad en el Sahel.

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ya advertía a finales de 2024 que el número de inmigrantes ilegales de nacionalidad maliense en Mauritania había superado los 260.000, con proyecciones que apuntaban a 320.000 antes de que acabe este año. Ahora, en junio de 2025, la cifra se acerca peligrosamente a los 300.000 —según fuentes de FRONTEX— y la tendencia al alza no muestra signos de detenerse. La inestabilidad política, económica y de seguridad en Malí ha convertido a Mauritania en una antesala desde donde miles de inmigrantes se preparan para ser embarcados hacia Canarias. El Hierro y Tenerife, según FRONTEX, seguirán siendo los principales puntos de llegada, enfrentándose a una presión que las autoridades locales no están preparadas para soportar.

Nuevas estadísticas de FRONTEX, a las que LA GACETA ha tenido acceso, revelan la magnitud del problema en cifras desde enero de 2024 a marzo de 2025. En este período, se registraron 56.082 cruces ilegales a través de la ruta del Atlántico Occidental, con los malienses liderando datos: 17.248, lo que representa el 30,7% del total. Le siguen senegaleses (11.042), marroquíes (4.491) y guineanos (3.649). Sólo en 2024 se contabilizaron 46.877 inmigrantes ilegales, de los cuales 13.530 eran malienses, mientras que durante el primer trimestre de 2025 se registraron un total 9.205 entradas por la vía de la ilegalidad, con 3.718 malienses consolidados. Esto confirma que los casi 300.000 malienses acumulados en Mauritania representan un riesgo inminente de nuevas oleadas migratorias hacia Canarias.

La evolución de los marroquíes también es profundamente preocupante. En los citados 15 meses, 4.491 inmigrantes marroquíes han utilizado la ruta canaria, con 3.892 registrados en 2024 y 599 adicionales durante el primer trimestre de 2025. Este aumento, aunque menor en comparación con los malienses, evidencia que las patrullas marroquíes no están conteniendo completamente las salidas y las redes de traficantes están adaptando sus tácticas para seguir operando. La combinación de esta tendencia con el efecto llamada hacia territorio español agrava aún más el panorama, ya que los traficantes encuentran en Canarias una puerta de entrada cada vez más explotada.

A este escenario actual se suma un riesgo de seguridad que no puede ser ignorado. Fuentes policiales consultadas por LA GACETA advierten que la creciente tensión en el SAHEL, particularmente en Malí, podría tener consecuencias devastadoras para España. La región está marcada por la presencia de grupos yihadistas como Jama’at Nusrat al Islam wa al Muslimeen (JNIM), afiliado a Al Qaeda, y la Provincia del Sahel del Estado Islámico (ISSP), que han expandido su influencia en el centro y oeste del país. Estos grupos, que controlan amplias zonas rurales y han desplazado a millones de personas, han aprovechado la debilidad del gobierno maliense y la retirada de fuerzas internacionales, como las tropas francesas y la misión de paz de la ONU, para consolidar su poder.

En este contexto, las fuentes policiales alertan de que los flujos migratorios desde Mauritania hacia Canarias podrían ser aprovechados por células yihadistas para infiltrarse en Europa. Mauritania, a pesar de no haber sufrido ataques yihadistas desde 2011 gracias a su estricta ley antiterrorista y su estabilidad relativa, se encuentra en una posición vulnerable. Con más de 5.000 kilómetros de fronteras porosas y un millón de inmigrantes ilegales en su territorio —según el Observatorio Atlas-Sahel— el país es un punto de tránsito clave para los traficantes. Los yihadistas, que ya operan en las zonas fronterizas entre Malí, Burkina Faso y Níger, podrían intentar penetrar en Mauritania camuflados entre los flujos migratorios, utilizando las mismas rutas y cayucos que los inmigrantes ilegales para llegar a Canarias. Una vez en el archipiélago, la porosidad de las fronteras europeas podría facilitar su acceso a la península y al resto del continente, representando una amenaza directa para la seguridad nacional.

FRONTEX ha alertado que la presión migratoria sobre Canarias se mantendrá alta a lo largo de 2025. Aunque los próximos meses podrían registrar una disminución temporal de llegadas debido a las duras condiciones marítimas, esta calma es engañosa. Las redes de tráfico de inmigrantes aprovecharán cualquier ventana de clima favorable para organizar múltiples travesías simultáneas, según los informes consultados.

+ en
Fondo newsletter