El expresidente de la Generalitat Artur Mas ha cuestionado que «se exagere» una Declaración Unilateral de Independencia que, a su juicio, «todos» los diputados secesionistas sabían que era «simbólica», aunque ha admitido que desaconsejó llevarla a votación.
Mas ha hecho estas declaraciones en una entrevista en RAC 1 después de su declaración este martes ante el Tribunal Supremo, en la que dijo que advirtió al expresident Carles Puigdemont de que no debía dictar la DUI, a la que dio un valor meramente simbólico, sino que debía convocar elecciones.
El expresidente catalán ha ratificado que dio ese consejo en privado a Puigdemont -quien meditó hacerle caso y convocar comicios-, pero al final ha admitido que su posición fue «minoritaria», por lo que se tuvo que hacer lo que quería la «mayoría», ha añadido.
En todo caso, ha juzgado que «todos los actores que fueron al Parlament aquel 27 de octubre y que votaron a favor -de la DUI-, todos sabían que aquello no tenia recorrido real, otra cosa es que le dieran más o menos importancia en el simbolismo de esa declaración».
Para el expresidente catalán, «tan evidente es que el 1 de octubre fue un referéndum con todos los detalles, como que la declaración del 27 de octubre fue formal, parlamentaria y simbólica».
En este sentido, ha señalado el «error de exagerar una cosa que era una resolución parlamentaria sin efectos reales», después de que la ‘cupera’ Mireia Boya negara esta semana ante el Supremo que la DUI fuera simbólica.
Admite el engaño a los votantes ‘indepes’
Mas ha interpelado al periodista preguntándole si consideraba la votación del 27 de septiembre una »mentira o una exageración», a lo que el entrevistador responde con un contundente »sí». El expresidente le indica entonces que efectivamente »puede haber sido una mentira».
Unos segundos después ha matizado y ha indicado que «no hay que confundir la mentira con una exageración», pues a su juicio no deberían haber «ni renuncias ni postureos».
En cuanto a los procesos judiciales abiertos a los principales investigados del «procés», ha considerado que «más allá de la desobediencia no hay tema, ni sedición ni conspiración ni rebelión ni creo que tampoco malversación».
Pese a todo lo ocurrido, ha augurado que la «corriente de fondo» en Cataluña es «claramente hacia la independencia», pero ha evitado fijar plazos porque ha admitido que es uno de los errores que él y otros separatistas han cometido, al tiempo que ha llamado a la «confianza» entre los independentistas.
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