La Plataforma en Defensa de la Cruz ha recurrido a los tribunales para defenderse y evitar que el día 29 se lleva a cabo la retirada.
El Ayuntamiento de Callosa de Segura, gobernado por un tripartito formado por el PSOE, Podemos e Izquierda Unida, tiene previsto retirar el próximo lunes, en virtud de la aplicación de la Ley sectaria de Memoria Histórica, la Cruz que recuerda a los 81 asesinados por el Frente Popular en el municipio, entre ellos dos sacerdores.
Quieren blindar la plaza de la iglesia para impedir la resistencia de los vecinos, que tienen autorización de la subdelegación del Gobierno hasta el 28 de febrero para poder custodiar la Cruz y ven en la retirada del símbolo «un ataque intolerable» a su fe y a las creencias de la mayoría social. Pese a esto, han pedido ampliar el permiso para seguir haciendo guardias por el símbolo de todos lo católicos.
La Plataforma en Defensa de la Cruz ha recurrido a los tribunales para defenderse y evitar que el día 29 se lleva a cabo la retirada. Este mismo jueves, el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) ha estimado su procedimiento por el derecho a la libertad religiosa -existen otros dos impulsados por la parroquia por la propiedad de la Cruz y del terreno-.
Los vecinos, que llevan casi 400 días velando para que no borren «su historia» y se muestran indignados con la actitud autoritaria del alcalde socialista, Fran Maciá, han criticado «las prisas enormes del equipo municipal cuando lo más democrático es esperar a todas las resoluciones judiciales».
«Están desesperados por llevarlo a cabo y que triunfe el rencor. La retirada de la cruz a ser el trofeo de IU de cara a las elecciones -eran los únicos que lo llevaban en su programa electoral- y Maciá lo utilizará fuera de Callosa. La decisión se ha tomado de manera unilateral y autoritaria», ha señalado su portavoz, Toni Illán, a La Gaceta, antes de criticar que el regidor solo quiera reabrir heridas, se niegue al diálogo y vaya a hacer daño «porque vive instalado en 1936 y no quiere avanzar hacia adelante».
Ha sostenido además que la propuesta de otra cruz es una «trampa maliciosa» porque tendría que hablar con la parroquia. «Quitar la cruz con la que todos hemos crecido es un ataque, pero Callosa se levantará como siempre», ha dicho.
Maciá, a juicio de Illán, trata de confundir y decir verdades a medias afirmando que la plataforma había presentado un escrito en el Consistorio, «un hecho que no es cierto» ya que fueron los familiares de los asesinados por sus creencias y a los que apoyan porque es de «justicia social lo que reivindican».
Por otra parte, ha recordado que es falso que estén reñidos con la iglesia dado que «la locura cristianófoba ha unido más al pueblo Callosa» y ha declarado que si la Justicia les da finalmente la razón desconocen como se va a restituir la Cruz: «No sabemos cuánto va a costar la ejecución (…) entendemos que la Cruz va a terminar en una escombrera o un almacén municipal», ha finalizado.
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