La presión ha podido y el IES Joan Boscà de Barcelona -en elitista barrio de Sarrià- ha cesado de sus funciones al profesor de Historia Francisco Oya.
El docente, perteneciente a la asociación de Profesores por el Bilingüismo, estaba siendo acosado por la Generalitat -recordemos, en manos del Gobierno central en virtud de la aplicación del artículo 155- por impartir sus clases en castellano y desmentir el relato falaz del independentismo.
Oya se había quejado en varias ocasiones del material que le impuso el centro para impartir su asignatura. El libro de texto, de uso obligatorio, fue escrito por Agustí Acoberro, vicepresidente de la Asamblea Nacional Catalana. Dado el claro componente adoctrinador del manual, Oya decidió complementar sus clases con material adicional de cara a los exámenes de Selectividad. Su objetivo, según publica El Confidencial, era el de ayudar a sus alumnos a «que tuvieran una visión más general y menos sesgada de la Historia de España”.
Tras varias inspecciones de la Consejería de Educación de la Generalitat del 155 se le amonestó, entre otras cosas, por impartir las clases en castellano. Según informa el citado diario, la situación se ha agravado después de que el director del centro decidiera hace dos días cesarlo de todas sus funciones y relevarlo por otro profesor. Ese mismo director permite a los alumnos y grupos separatistas forrar las dependencias del instituto con material y consignas a favor de los golpistas.
Su nueva tarea será “preparar materiales complementarios” para la asignatura de Ciencias Sociales de 4º de la ESO. La decisión del director del centro es ‘’provisional’’ mientras se dirime el expediente disciplinario abierto el 12 de abril.
Acosado por la Generalitat
Oya, que también forma parte de Historiadores de Cataluña, recaló en el IES Boscá de Barcelona en 2017 tras 33 años de trayectoria profesional. El docente nunca ha escondido sus opiniones y las ha compartido en redes sociales, lo que provocó las primeras desavenencias con el director del centro, Ignacio García de Barrera.
Algunos estudiantes de Bachillerato, próximos a la CUP y ERC, se quejaron a la dirección, que decidió poner la situación en conocimiento de la Consejería de Educación. El 13 de febrero -con la Generalitat intervenida por el 155- llegó la primera inspectora, que se quejó al escuchar a Oya dar las clases en castellano: ‘’eso puede resultar punible’’, escribió en su informe. Tiempo después, tras las quejas interpuestas por la inspectora, llegaron dos nuevos enviados de la Generalitat. El docente se negó a responder a las preguntas porque había exigido la presencia del jefe provincial del sindicato CSIF en sus próximas entrevistas con los inspectores , algo que no se respetó.
Ante su negativa, los inspectores el trasladaron que se le iba a abrir un expediente informativo, algo que se produjo el pasado 4 de abril, cuando otro enviado de Educación le puso una amonestación.
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La Generalitat del 155 acosa a un profesor por dar clases en castellano