El Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite) ha exigido este martes al Gobierno «la foto final de la derrota de ETA» mediante el desmantelamiento definitivo de la banda terrorista protagonizado por las Fuerzas de Seguridad que evite la propaganda que quiere hacer la organización de su disolución.
Siete víctimas del terrorismo miembros de Covite han realizado esta reclamación frente al Ministerio del Interior y han denunciado que «la inacción del Ejecutivo está permitiendo a ETA hacer propaganda de su final».
Las víctimas, encabezadas por Consuelo Ordóñez, presidenta del colectivo, han denunciado que el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, se ha negado hasta ahora a recibirlas y han manifestado públicamente las preguntas que querían transmitirle: Por qué este Gobierno no disuelve a ETA, por qué permite que ETA escriba el relato de su final y por qué se niega a escenificar su derrota.
«Hace siete años que ETA anunció el cese de la violencia y desde entonces el Gobierno le suplica que se disuelva. No oímos decirles a los terroristas del ISIS que se disuelvan, ni a los ladrones que dejen de robar, ni a los violadores que dejen de violar porque a los delincuentes no se les suplica, se les detiene», ha dicho Consuelo Ordóñez.
«¿Por qué a los etarras no?», ha cuestionado la presidenta de Covite, que se ha referido a un comunicado del Ministerio del Interior enviado el pasado domingo en el que admitía que quedaban «una decena» de etarras en las filas de ETA. Y ha insistido: «Si saben que son diez, ¿por qué el ministro del Interior no da la orden de detenerlos?».
Junto a Ordóñez, hermana de Gregorio Ordóñez, concejal del PP asesinado en San Sebastián el 23 de enero de 1995, han estado Ana Velasco y Begoña Velasco, hijas de Jesús Velasco, jefe del Cuerpo de Miñones de Álava y asesinado por ETA el 10 de enero de 1980, y Ana María Vidal-Abarca, cofundadora de la Asociación Víctimas del Terrorismo.
Además, Concepción Martín, viuda del teniente coronel del Ejército Pedro Antonio Blanco, asesinado por ETA en Madrid el 21 de enero de 2000; María Jesús González, víctima de un atentado de ETA junto a su hija, Irene Villa, el 17 de octubre de 1991; Antonia de Frutos, hija del cabo primero de la Guardia Civil Antonio de Frutos, asesinado por ETA el 3 de mayo de 1976. Asimismo, Concepción Fernández, viuda del guardia civil Aurelio Prieto, asesinado por ETA el 21 de noviembre de 1980.
Consuelo Ordóñez ha denunciado que desde el anuncio del «cese de la actividad armada de ETA», el 20 de octubre de 2011, el Gobierno ha permanecido impasible ante los movimientos de la organización terrorista.
Ha recordado que «no ha investigado la supuesta destrucción de armas por parte de ETA en diciembre de 2016 en Luhusso (Francia), pese a que podrían servir para esclarecer los casi 400 crímenes sin resolver de ETA».
«Tampoco ha cuestionado el supuesto desarme de Bayona, puesto en entredicho por la lucha antiterrorista francesa, y ha ignorado las informaciones que apuntaban a que el etarra David Urdín Pérez estaba limpiando las armas utilizadas por la banda», ha añadido.
Ha agregado que «ha hecho oídos sordos a las mentiras de la izquierda abertzale en torno a cambios en la política penitenciaria francesa, obligando a Covite a acudir al Ministerio de Justicia francés para informarse y desmontar la propaganda».
El colectivo alerta de que el Gobierno ahora podría permitir el «teatro de la disolución» con un «supuesto aval internacional», en lugar de «frenar la propaganda, desplegar la diplomacia y darnos la foto de la derrota de ETA».
Preguntada por los homenajes a etarras ha señalado: «Aquí los principales responsables son la Audiencia Nacional y la Fiscalía, que está informando para que sobresean todas nuestras denuncias» y se ha preguntado si harían lo mismo si los homenajes fueran a «los del ISIS, a Sergio Morate o a El Chicle».
Fuentes del Ministerio del Interior han informado de que la directora general de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo, Sonia Ramos, ha ido a saludar a las representantes de Covite reunidas frente al Ministerio.
Les ha dicho que el ministro está este martes en Argelia con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en un encuentro de alto nivel pero que les transmitía el mensaje de que las recibirá lo antes posible y que las puertas de su despacho están abiertas tanto para ellas como para todas las víctimas del terrorismo.