«No es de recibo que en pleno siglo XXI se disponga de instalaciones tan obsoletas como las del Puesto del Puerto de Mazarrón», denuncian los agentes.
En el año 1912 no sólo se hundió el trasatlántico más grande jamás creado por el ser humano, el Titanic, sino que también se construyó el edificio donde a día de hoy tiene su sede el Cuartel de la Guardia Civil del Puesto Principal del Puerto de Mazarrón.
El edificio de referencia, con 106 años de historia, actualmente se encuentra completamente vallado y apuntalado, declaradas sus estancias y pabellones como ruinosas y existiendo un espacio de trabajo y de atención al ciudadano «digno de épocas pasadas».
La delegación de la Región de Murcia de Independientes de la Guardia Civil (IGC) denuncia la «absoluta dejadez y abandono que sufren los guardias civiles en las instalaciones de su centro laboral, viejas y obsoletas, esperando pacientemente que la
administración tome una decisión sobre el edifico en cuestión, el cual no sólo no cubre las necesidades básicas de un lugar de trabajo adecuado, sino que tampoco se encuentra adaptado a la población civil que por sus necesidades y problemas se ve obligada a visitar dichas dependencias, sin disponer siquiera de una estancia en la que más de tres personas puedan estar sentadas mientras esperan a ser atendidas».
También mencionan la ausencia de equipo de aire acondicionado en la sala de espera del cuartel, lo cual supone «un calvario para los ciudadanos que se encuentran a la espera de ser atendidos».
Las instalaciones, además de lo ya indicado, no disponen de una máquina expendedora de café o de una pequeña máquina donde disponer de agua fría, refresco o tentempié para mitigar en la medida de lo posible las altas temperaturas que se alcanzan en época estival.
«No es de recibo que en pleno siglo XXI se disponga de instalaciones tan obsoletas como las del Puesto del Puerto de Mazarrón, siendo esta una localidad que durante seis meses al año multiplica su población hasta por 10, sobre todo en época estival», afirman los agentes.
A todo ello además hay que sumarle que los vehículos con que ejercen su
función policial rondan entre los 200.000 y los 500.000 kms aproximadamente.
Desde IGC solicitan «unas instalaciones dignas para el correcto desarrollo de la función policial, así como que estas se encuentren adaptadas a todas aquellas personas que tienen derecho a usarlas, tanto agentes como ciudadanos a los que con
humildad y constancia estamos orgullosos de servir».
