«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Defensa deniega la pensión a la viuda de un guardia civil asesinado en Teruel

«La decisión de Defensa constituye un desprecio absoluto a la mujer del agente, que murió en un acto de servicio junto con su compañero», denuncia la AUGC.

La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) considera un «insulto» la decisión del Ministerio de Defensa de denegar la pensión de viudedad a la mujer de uno de los dos guardias civiles asesinados el pasado 14 de diciembre por Igor el Ruso en Teruel.
Según la resolución, explica la organización, el Departamento ahora dirigido por Margarita Robles ha desestimado el recurso interpuesto por la mujer del guardia civil Víctor Jesús Caballero Espinosa, asesinado por el delincuente de origen serbio. Para justificar su decisión cita la Ley de Clases Pasivas del Estado, un régimen que afecta a funcionarios incorporados a esos cuerpos antes de 2011, porque los ingresos de la viuda “superan 1,5 veces el salario mínimo interprofesional vigente” en el momento de la muerte del agente.
Para AUGC resulta «evidente que, ante el asesinato de estos compañeros, no nos encontramos ante un hecho ordinario, sino extraordinario, y por lo tanto así debe contemplarse la solicitud de esta pensión de viudedad».
«La decisión de Defensa constituye un desprecio absoluto a la mujer del agente, que murió en un acto de servicio junto con su compañero. Cabe recordar, en este sentido, el caso de las viudas de los soldados muertos en el Yak-42, a las que el Gobierno sí reconoció la pensión por decreto», añaden.
Los agentes han manifestado que «resulta a todas luces incomprensible que el Estado actúe así ante el asesinato de sus servidores públicos. La frialdad y ausencia de empatía de esta decisión da buena cuenta de que hoy por hoy la Administración sigue considerando a los guardias civiles ciudadanos de segunda».
En esta misma línea -añaden- se enmarca el hecho de que el chaleco antibalas oficial que vestía Víctor Jesús Caballero no parase las balas, mientras que sí lo hizo la prenda que su compañero, Víctor Romero, había adquirido por su cuenta. Además, AUGC ha denunciado que el chaleco de Víctor Jesús, «además de ineficaz, tampoco era de su talla, sino una mucho más pequeña».
AUGC lleva años reclamando que se proporcione a los agentes chalecos antibalas individualizados y que se ajusten adecuadamente a su anatomía, ya sea masculina o femenina.

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