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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

'Desbordados'. La vida de la Guardia Civil en la frontera de Ceuta

La Delegación del Gobierno ya ha reconocido que se ha advertido un incremento en la presión migratoria al otro lado del vallado.

Miles de inmigrantes intentan cada año entrar en España a través de las fronteras de Ceuta y Melilla. Otros muchos fracasan en su intento de alcanzar Europa al ser frenados por las Fuerzas de Seguridad, que afrontan estas oleadas sin medios materiales y humanos suficientes.
Así llevan años denunciándolo asociaciones de guardias civiles, sindicatos policiales y agentes destinados en ambos puestos fronterizos que se han convertido, según las palabras de algunos de los agentes, en los peores destinos, junto con los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE), para los funcionarios policiales.

‘A los inmigrantes les da igual agredir a los guardias civiles’

Los guardias civiles exigen que se aumente “con carácter de urgencia” el número de agentes para la zona fronteriza de España con Marruecos en la ciudad autónoma de Ceuta, así como la mejora del material que han de utilizar los guardias civiles.
El portavoz de la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC), José Cobo, ha relatado en declaraciones a La Gaceta que “los agentes están desbordados y los inmigrantes son conscientes de la falta de guardias civiles… se aprovechan de la superioridad numérica: ante una avalancha de 400 o 500 extranjeros sólo hay 20 guardias civiles para frenar su entrada”. Además advierte de que han cambiado su modo de actuar: “Antes saltaban la valla, ahora rompen las puertas… Les da igual agredirnos”, ha denunciado.

Los problemas

Sufren, aseguran, fallos de protocolo o, más bien, ausencia del mismo. Además hay inseguridad jurídica y riesgo para su integridad física y cuentan con medios materiales escasos, un número insuficiente de agentes y unas infraestructuras obsoletas para la protección de las vallas. Son las quejas unánimes que los sindicatos y asociaciones expresan continuamente tras los sucesos acaecidos en la frontera de Ceuta.
Unos problemas que se unen, además, a la falta de reconocimiento, cuando no críticas abiertas, de determinados círculos políticos.

Otros 150 inmigrantes intentan entrar a la carrera

La petición se produce después de que un grupo de 150 inmigrantes subsaharianos haya intentado entrar a primera hora de este lunes a la carrera por la frontera del Tarajal, aunque fueron contenidos por las fuerzas marroquíes que custodian el paso fronterizo.
El intento coincidía con un revuelo producido en Marruecos por el fallecimiento aplastadas de dos mujeres marroquíes que iban a entrar en Ceuta para cargar bultos de mercancías.
Unas horas antes, la noche del domingo, otros 200 inmigrantes subsaharianos intentaron entrar en Ceuta asaltando el vallado fronterizo y fueron repelidos por agentes de las Fuerzas Auxiliares de Marruecos.

El Gobierno reconoce el ‘incremento de la presión migratoria’

La Delegación del Gobierno ya ha reconocido que se ha advertido un incremento en la presión migratoria al otro lado del vallado y que los inmigrantes están intentando entrar por distintas zonas de los 8,2 kilómetros de perímetro fronterizo terrestre.
Los agentes destinados en estas “zonas calientes” llevan tiempo advirtiendo de «la manera en la que, cada vez más, se van perfeccionado y organizando los saltos en la valla por parte de los inmigrantes, así como del aumento de la violencia que ejercen los asaltantes”.
Barras de hierro, cizallas, piedras de gran tamaño y demás objetos peligrosos son utilizados en cada salto a la valla fronteriza, mientras del otro lado los guardias civiles han de prepararse para repeler estos ataques exponiendo su integridad física y arriesgando sus vidas para cumplir con su deber, aseguran, “de la mejor manera posible».

Piden a Interior que tome medidas

Esta situación no es nueva y los guardias civiles no creen que vaya a solucionarse en un breve espacio de tiempo, por lo que piden al Ministerio del Interior que tome medidas para que los agentes que se encuentran prestando servicio en Ceuta puedan desempeñar su función «con garantías, así como salvaguardar al máximo su integridad física».
Tienen claro que se debe aumentar «de manera urgente» el número de efectivos en Ceuta y dotarlos de mejores y más eficaces medios para prestar servicio en esta zona tan conflictiva y de máximo riesgo. “Esto serviría para mejorar y cuidar tanto la vida de los guardias civiles como la de los inmigrantes que intentan acceder a territorio español”, han defendido en reiteradas ocasiones.
 
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