La Guardia Civil ha detenido en Granada a un individuo marroquí acusado de incumplir una orden de expulsión del territorio español que le fue impuesta a raíz de un arresto por delitos vinculados al terrorismo islamista.
Este individuo, de 36 años de edad, fue detenido en abril del año 2016 junto a su mujer (de nacionalidad española) en el Puerto de Algeciras (Cádiz) cuando trataban de abandonar España. Agentes de la Guardia Civil les detuvieron por su presunta vinculación con el grupo terrorista de Estado Islámico (ISIS) tras constatar que sufrieron un proceso de alta radicalización a través de familiares que habían sido trasladados a Siria para su entrenamiento.
El operativo se desarrolló bajo la dirección del Juzgado Central de Instrucción número 2 y la Fiscalía de la Audiencia Nacional justo cuando el matrimonio se disponía a viajar a Marruecos -acompañados de su hijo menor- para unirse con su familia tras el fallecimiento en un atentado suicida de uno de los hermanos de él.
Según las diligencias a las que ha tenido acceso La Gaceta de la Iberosfera, la pareja mantuvo una conexión activa por vía telemática con soldados que ya formaban parte de la jerarquía de la organización terrorista y que incluso ya figuraban como detenidos en los archivos de Europol, y eran cercanos a las células de adoctrinamiento yihadista que operan en Siria y que ya habían desarrollado actos suicidas en Oriente Medio.
Condenado a seis años de prisión
La Audiencia Nacional le condenó en primera instancia a un total de seis años de prisión por ser participe del proceso de radicalización islámica e intentar unirse a Estado Islámico.
Los seis años de condena finalmente fueron rebajados a dos años de cárcel y tres de libertad vigilada. Su mujer, de nacionalidad española, también fue imputada y condenada por los mismos delitos, pero finalmente fue absuelta por el Tribunal Supremo y no llegó a entrar en prisión.
Tras cumplir su condena y abandonar prisión, el detenido debía abandonar España. Se tiene constancia de que viajó a Marruecos, pero tras un largo periodo sin tener pistas, las autoridades españolas detectaron su presencia en la provincia de Granada. Regresó quebrantando la prohibición de entrada al país durante un periodo de 10 años.
Una vez localizado, los agentes pudieron constatar que se encontraba viviendo con su mujer en la localidad de Maracena (Granada) y procedieron a su detención. Este jueves, quedó en libertad con la obligación de abandonar inmediatamente España.
