Hace algo más de quince días que el Gobierno comenzó a aplicar en Cataluña las medidas derivadas de la activación del artículo 155 de la Constitución. ¿Ha cambiado algo en la región?
Intervención de las cuentas, control de los mandos de los Mossos, convocatoria de elecciones, y alguna que otra medida encaminada a devolver a la región a la senda de la legalidad. Pasadas estas dos semanas analizamos cuál ha sido su efecto y si realmente se han cumplido las órdenes de Madrid.
La intervención de las cuentas y la salida de empresas
El desembarco de Montoro en la Generalitat fue anterior a la aplicación del 155, después de que Junqueras se negara a informar semanalmente del destino de las partidas presupuestarias. El Gobierno intentaba detectar si efectivamente la Generalitat estaba financiando el referéndum del 1 de octubre.
El Ministerio de Hacienda decidió entonces intervenir las cuentas catalanas. Las medidas supusieron, entre otras cosas, que el Estado asumiera el pago directo de los servicios públicos fundamentales de la región, como las nóminas de los empleados públicos, la Educación, la Sanidad y los Servicios Sociales.
Sin embargo, desde la aplicación del 155 no se ha frenado el éxodo empresarial de la región. Este lunes se conocía que cerca de mil empresas han trasladado su sede fiscal fuera de Cataluña desde el mes de octubre y que ya son 2.400 las que se han llevado su sede social. El Gobierno, en lugar de paliar la fuga masiva de compañías, decidió firmar un decreto que facilitaba las salidas ‘exprés’.
Casi mil empresas han trasladado su sede fiscal fuera de Cataluña
En cuanto al final de la intervención de Hacienda, el ministro Montoro ya avanzó la semana pasada que concluiría cuando se constituyera un gobierno regional tras las elecciones del próximo 21 de diciembre.
El control de los Mossos
Una de las primeras medidas decretadas por el Ejecutivo fue el cese de Trapero y buena parte de la cúpula de los Mossos d’Esquadra. Ferran López, número dos del mayor cesado, asumió el cargo de su jefe por orden del ministro Zoido. Le pidió que fuera leal a las decisiones del Gobierno central y que intentase devolver el Cuerpo a la normalidad y poner fin a las divisiones internas.
El pasado 8 de noviembre, durante la huelga general convocada por los radicales en Cataluña, las imágenes de inacción de los Mossos volvieron a producirse. Mientras los piquetes separatistas -formados por un escaso número de personas- cortaban carreteras y estaciones de tren, los agentes asistían como meros espectadores.
La pasividad del Cuerpo autonómico durante el referéndum ilegal del 1 de octubre fue duramente criticada tanto por el Gobierno como por Policía y Guardia Civil, que finalmente fueron los encargados de ejecutar las decisiones judiciales.
Sin embargo, esa misma actitud con motivo de la huelga general fue aplaudida por el Ejecutivo. Al día siguiente de los hechos, el ministro del Interior calificó la labor policial como una actuación “proporcional”, sin caer en provocaciones “de los radicales”, y que se saldó con cien identificados. Zoido también tildó la movilización como un auténtico fracaso, a pesar de que un pequeño grupo de radicales colapsaran una región entera. Estos son algunos ejemplos:
https://gaceta.es/espana/mossos-espectadores-huelga-separatista-20171108-1059/
El separatismo avanza hacia la ‘república catalana’
La Justicia avanza en su procedimiento contra los líderes de ANC y Ómnium y contra los exconsejeros cesados -aquellos que no decidieron fugarse a Bruselas- desde que la Fiscalía interpusiera las querellas. Pero esta no es tarea del Gobierno, sino del sistema judicial. El Ejecutivo, dentro de su abanico de potestades, destituyó desde un primer momento a los golpistas por declarar unilateralmente la independencia de Cataluña.
Pero ellos han seguido adelante con su proyecto secesionista, buena prueba de ello es que los exconsejeros encarcelados no asumieron su cese. A un mes de las elecciones del 21D, los partidos independentistas preparan sus listas electorales y sus programas en los que apuestan por el avance hacia la consecución de la ‘república catalana’.
Pero hoy hay matices. Los portavoces de PDeCAT y ERC en el Congreso admitieron este martes que no cuentan con el apoyo social mayoritario para romper España, aunque ya lo perpetraran hace unas semanas. El discurso oficial es ahora de conciliación -visto el nulo éxito internacional de su aberración jurídica- y ya piensan en la conformación de un nuevo Govern con el que gestionar la independencia, siempre desde la diferenciación de siglas.
«Evidentemente hay un acuerdo para hacer un frente común a nivel político porque la estrategia política la compartimos y es coordinada», ha afirmado Marta Rovira este martes desde Bruselas. La secretaria general de ERC ha defendido que ese «frente común» está «a favor de la democracia, de terminar con el artículo 155, liberar los presos políticos en Cataluña y legitimar lo que han decidido los ciudadanos catalanes».
PDeCAT y ERC admiten ahora que no hay una mayoría de catalanes pro-secesión
TV3 y el adoctrinamiento
La cadena pública catalana no fue intervenida por decisión expresa del Gobierno, algo que Xavier García Albiol definió como un grave error. Las cosas en TV3 están exactamente igual que antes de la aplicación del artículo 155: adoctrinamiento infantil, promoción del odio a España y difusión en exclusiva del relato separatista. Solo hay una salvedad, que ya no rotulan a Puigdemont como presidente, sino por su nombre.
El pasado sábado se celebró en Barcelona una masiva manifestación separatista que clamaba por la “libertad de los presos políticos”.
La televisión pública catalana llevó a cabo un monumental despliegue que incluyó imágenes con cámaras aéreas, conexiones en multitud puntos de la marcha, formatos multi-pantalla y planos cortos de pancartas: “Basta de humillaciones, basta de mentiras”, “Exigimos respeto y dignidad”, “Unidos más que nunca defenderemos nuestro gobierno legítimo” o “SOS Democracy”. Todo ello adornado con un tono épico y que presentaba a los líderes separatistas como represaliados por el régimen.
Emoción, violines y TV3: Así se fabrica el relato independentista
Otro episodio bochornoso fue la explicación en el canal infantil de TV3 de qué es un preso político poniendo como ejemplo a los exconsejeros encarcelados y los líderes de las entidades soberanistas.
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