Jesús Sanz Montes, arzobispo de Oviedo (Asturias), ha respondido contundentemente a Adriana Lastra, delegada del Gobierno, quien insinuó que no asistiría a la celebración del día de Asturias el 8 de septiembre si el arzobispo no moderaba sus discursos «ultraderechistas». Utilizando sus redes sociales, Sanz Montes se dirigió a Lastra sin nombrarla directamente, refiriéndose a ella como «seño». Su mensaje fue claro: «Viene la seño con consignas. Marcando el paso desde su ideología. Atrevida ignorancia que impone temas, censuras, amenazas y agenda. Lecciones quien puede no quien quiere. Amo demasiado la libertad, esa que se deriva de la Verdad, como para encogerme ante etiquetas sincronizadas», aseguró.
Viene la seño con consignas. Marcando el paso desde su ideología. Atrevida ignorancia q impone temas, censuras, amenazas y agenda. Lecciones quien puede no quien quiere. Amo demasiado la libertad, esa q se deriva de la Verdad, como para encogerme ante etiquetas sincronizadas.
— jesus sanz montes (@jsmofm) July 22, 2024
Lastra, tras reunirse con el presidente de la Junta, Juan Cofiño, declaró ayer que no le importa lo que diga Sanz Montes en cualquier otra misa, pero que el 8 de septiembre, día de Asturias, en la basílica, el arzobispo debería ofrecer un discurso institucional y católico, no uno despectivo, confrontacional y profundamente político. «Lo que tiene que valorar el señor Sanz Montes es si lo que pretende es que la mayoría de los asturianos no se sientan representados», subrayó Lastra.
En los últimos años, las homilías de Sanz Montes han generado controversia debido a sus reflexiones políticas, que suelen molestar a sectores de la izquierda por sus críticas al Gobierno de Pedro Sánchez. A pesar de estas polémicas, el arzobispo ha mantenido una relación cordial con el presidente socialista del Principado, Adrián Barbón. Lastra expresó su esperanza de que Sanz Montes recapacite y mencionó que se reuniría con él en privado para discutir el asunto. «Yo intentaré ir donde me inviten, pero no iré donde sepa de una manera anticipada que se nos va a insultar a la mayoría de asturianos y españoles», añadió.
Finalmente, Lastra manifestó su deseo de que el día de Covadonga vuelva a ser una jornada de encuentro y unión para todos los asturianos, sin divisiones ni confrontaciones.