Los nuevos casos de cáncer han seguido un aumento progresivo durante los últimos años. En 2022, concretamente, aparecieron 290.175 casos nuevos según cifras de la Asociación Española contra el Cáncer. Supusieron un 1,34% más respecto al año anterior. Este jueves 19 de octubre hemos celebrado el Día Mundial del Cáncer de mama. Se celebra en esta fecha desde el año 1983, cuando en el estado de Texas, Estados Unidos, se celebró el primer evento deportivo para concienciar sobre la necesidad de los diagnósticos tempranos y revisiones regulares.
El cáncer de mama es el tumor más frecuente en el mundo en mujeres y, solo en España, se diagnostican 35.000 casos al año, y, aunque la supervivencia ha alcanzado ya el 85 por ciento, los investigadores y expertos han incidido en que «aún queda mucho por hacer» como, por ejemplo, en el caso del cáncer de mama triple negativo, que aún «no tiene tratamiento específico». Este tipo de tumor también ha aumentado. Su incidencia ha subido un 6% en los últimos diez años, y el año en curso terminará con 35.000 nuevos casos de cáncer de mama, según las previsiones de la Sociedad Española de Oncología Médica.
En los últimos años el tratamiento de cáncer de mama ha contado con nuevas incorporaciones farmacológicas han incrementado las curaciones, prolongado la supervivencia de las pacientes con cáncer avanzado, logrando tasas de supervivencia de hasta el 85 por ciento, y ha mejorado su calidad de vida.
Además, el 60% de los casos de cáncer de mama detectados en estadios tempranos son curables, según destaca el Hospital 12 de Octubre de la Comunidad de Madrid. Cuando se detectan en fase 1 o 2 estos tumores tienen, además de un diagnóstico muy favorable, una tasa de recaída muy baja en el largo plazo.
Una de cada nueve mujeres en España padecerá esta enfermedad a lo largo de su vida. Las mujeres que viven y trabajan en lugares en los que las concentraciones de partículas contaminantes en el aire son elevadas tienen más probabilidades de desarrollar cáncer de mama que aquellas que lo hacen en áreas menos contaminadas, según una investigación del Departamento Medioambiental para la Prevención del Cáncer del Centro Léon Béhard para el Cáncer (Francia).
«Nuestros datos muestran una asociación estadísticamente significativa entre la exposición a pequeñas partículas contaminantes a largo plazo, en casa y en el trabajo, y el riesgo de cáncer de mama. Este hallazgo contrasta con investigaciones previas que tenían como objeto únicamente la exposición a dichas partículas en el lugar de residencia de las mujeres, y que mostraron efectos insignificantes o ausencia de efectos en el riesgo de cáncer de mama», ha declarado la profesora Béatrice Fervers, directora del Departamento Medioambiental del centro francés.
Por su parte, el profesor Charles Swanton, del Instituto Francis Crick de Londres (Reino Unido), cuya investigación sobre cómo las partículas PM2.5 pueden desencadenar cáncer de pulmón en no fumadores se presentó en el Congreso ESMO 2022, ha subrayado la importancia de los nuevos hallazgos en cáncer de mama. «Estas partículas de pequeño tamaño pueden adentrarse en el interior de los pulmones y llegar al riego sanguíneo, desde donde llegan a la mama y a otros tejidos», h advertido.
Tras el cáncer de mama, los que más padecen las mujeres en España son el cáncer de colon y recto y los tipos de cáncer no mortales que no incluyen el melanoma. El de ovario, que evidentemente sólo afecta a las féminas no está tan relacionado como el de mama como pudiera parecer, se sitúa en la décima posición de los tumores que más afectan a las mujeres.
Según el informe ‘Impacto económico y social del Cáncer en España’, realizado por la consultora Oliver Wyman para la AECC, con datos de 2018, de los 19.300 millones de euros que cuesta el cáncer a España, el 45 por ciento lo asumen las familias, situándose el 40 por ciento de la incidencia en la población en edad laboral. Además, se estima que en todo el proceso oncológico una familia se gasta en torno a los 90.000 euros.
