«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
La Gaceta de la Iberosfera
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
INFINIDAD DE ALTERNADOS HAN OCURRIDO EN SUS GRADAS

El cochinillo, pancartas separatistas, el veto a la bandera de España… las polémicas registradas en el Camp Nou

Camp Nou. Noviembre de 2018. Europa Press

El Camp Nou es un estadio mítico, uno de los mayores templos del fútbol mundial, que ha dejado imágenes imborrables en la retina del aficionado, con gestas memorables protagonizadas por el FC Barcelona y otros clubes, sin olvidar la histórica remontada del Manchester United frente al Bayern de Múnich en la final de la Liga de Campeones de 1999. 

Pero el coliseo azulgrana va a quedar también marcado para siempre por la infinidad de altercados que han registrado sus gradas a lo largo de sus más de 65 años de historia, desde que el 24 de septiembre de 1957, en el Día de la Merced —patrona de Barcelona—, se estrenara el nuevo estadio en los terrenos donde se ubicaba el antiguo campo de Les Corts. Un recinto que, por cierto, fue inaugurado por el ministro-secretario general del Movimiento, José Solís, y dejó al Barça una ingente deuda de 230 millones de pesetas que Francisco Franco condonaría años más tarde, en 1965, con la recalificación del solar de Les Corts. Uno de los tantos favores del Movimiento al club barcelonista. Para que luego Joan Laporta acuse al Real Madrid de ser «el equipo del régimen»…

Del cochinillo a los insultos racistas

¿Quién no recuerda la cabeza de cochinillo que arrojaron a Luis Figo en su primera visita como madridista al Camp Nou, en noviembre de 2002, por el que el Barcelona acabaría yéndose de rositas? ¿O el mecherazo a Roberto Carlos cinco años antes? Sin olvidar, por supuesto, los insultos racistas a jugadores rivales, siendo Vinícius Júnior, estrella del Real Madrid, el blanco de las iras de la afición culé en los últimos clásicos entre los dos equipos.

Como, lógicamente, tampoco se pueden pasar por alto las esteladas o pancartas separatistas —como el Catalonia is not Spain, SOS Democracia o Welcome to the Catalan Republic— que se vienen exhibiendo en las gradas en los últimos años. Barra libre para el independentismo en feudo culé, pero veto absoluto a las aficiones rivales. Que le pregunten si no a la del RCD Espanyol.

En diciembre pasado, horas antes de un derbi contra el club perico en el Camp Nou, la Junta Directiva de Laporta decidió prohibir que los hinchas pericos pudieran acceder al estadio con bufandas y camisetas blanquiazules. Algo inédito en la historia de nuestro fútbol: la misma libertad de expresión que Laporta y sus adláteres reclaman para los independentistas, denegándosela a otro club, aunque se trate de uno de sus mayores rivales.

Bochorno ante el Eintracht

Fue la consecuencia del bochorno vivido meses antes (abril de 2022) durante el partido de vuelta de cuartos de final de la Europa League ante el Eintracht de Frankfurt, saldado con eliminación del conjunto de Xavi Hernández. Cerca de 30.000 aficionados alemanes tomaron las gradas del Camp Nou. Una imagen vergonzosa: el Barça jugando como si fuera visitante en su propio estadio en uno de los partidos más importantes de la temporada.

El barcelonismo estalló y Laporta anunció una serie de medidas para evitar que se repitiera en el futuro, siendo el Espanyol uno de los clubes que ha pagado los platos rato. De paso, el club azulgrana mataba dos pájaros de un tiro: evitar un nuevo esperpento y silenciar a la afición rival.

La bandera de España

El último incidente en el Camp Nou se producía el pasado domingo durante el partido que el Barcelona le ganó al Atlético de Madrid (1-0) para dar un nuevo paso, prácticamente definitivo, hacia el título de Liga. Una muestra más de intolerancia por parte del barcelonismo: un hincha del conjunto rojiblanco fue expulsado de su asiento en el estadio culé tras exhibir una bandera de España con el escudo del conjunto rojiblanco.

Este hincha recibió una serie de graves insultos en la grada, se encaró con un seguidor barcelonista y las fuerzas de seguridad tuvieron que intervenir para acabar invitándole a abandonar su asiento en el Camp Nou. El Barcelona salió rápidamente a la palestra para justificar esta acción con el aficionado atlético, acusándole de incumplir la normativa por «cubrir un espacio publicitario» —en concreto un logotipo de Spotify— y de presentar «síntomas compatibles con estar bajo los efectos del alcohol».

En definitiva, un altercado más en un estadio donde los aficionados locales parecen tener patente de corso para cometer múltiples fechorías (la cabeza de cochinillo y los insultos racistas a Vinícius han salido gratis), mientras los hinchas rivales son vetados, expulsados y hasta humillados.

TEMAS |
+ en
.
Fondo newsletter