El Gobierno de Pedro Sánchez ha aprobado entregar seis millones de euros en ayudas a los «estudiantes afectados por la DANA». La empresa elegida para su gestión ha sido TRAGSATEC, que va a recibir 1.625.060,09 euros por «gestionar» esos fondos y en cuya plantilla figuró Jésica, la examante del exministro de Transportes, José Luis Ábalos.
La decisión ha sido adoptada en el Consejo de Ministros mediante la aplicación del Fondo de Contingencia y la concesión de un crédito extraordinario al Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes. El objetivo oficial de esta inyección económica es facilitar la concesión directa de ayudas para estudiantes y familias damnificadas por los efectos de la riada de Valencia, ocurrida entre el 28 de octubre y el 4 de noviembre de 2024, según establece el Real Decreto-ley 8/2024, de 28 de noviembre.
Se prevé que estas ayudas, de 600 euros cada una, beneficien a un total de 11.000 estudiantes, alcanzando un coste total de 6,6 millones de euros. En 2024 ya se concedieron y abonaron 1.000 de estas prestaciones, con un gasto de 600.000 euros. Para cubrir el pago de las 10.000 restantes en 2025, se ha aprobado la dotación de los seis millones de euros que ahora se ponen en marcha.
Sin embargo, la tramitación de estas subvenciones «exige medios adicionales» según el Gobierno. Por ello, ha justificado la necesidad de contratar apoyo técnico externo para el procedimiento de concesión, supervisión y posibles reintegros. La empresa encargada de esta labor será TRAGSATEC, un medio propio del Estado, que recibirá más de 1,6 millones de euros para gestionar el proceso.
La compañía ha estado en el centro de la polémica tras conocer cómo fue el proceso de contratación de Jésica, examante de Ábalos. En una declaración ante la justicia, la mujer reconoció que tras finalizar su relación laboral con Ineco, contactó con Koldo García, exasesor del exministro socialista, para gestionar su entrada en TRAGSATEC. Su testimonio ante el juez desmintió la versión de Ábalos, quien negó haber intervenido en esa contratación y aseguró que desconocía que Jésica hubiese pasado a formar parte de la plantilla de la empresa pública.
En su comparecencia, Jésica admitió que no tenía un interés real en el puesto, pero que Ábalos le dijo que le «venía bien trabajar». Durante su interrogatorio, el fiscal jefe Anticorrupción, Alejandro Luzón, le reprochó que, si bien aseguraba no buscar empleo, sí mostró interés en cobrar. Su paso por TRAGSATEC se produjo en un momento en que Koldo García, figura clave en las contrataciones investigadas, seguía en contacto con el exministro.