Las Cortes de Aragón han derogado con los votos del PP y de VOX la ley de memoria histórica, una norma que el vicepresidente, Alejandro Nolasco (VOX), tildó de «sectaria» y «sesgada», y que iba incorporada en el acuerdo para el Gobierno de coalición.
«Hoy por fin derogamos la sectaria y liberticida ley de memoria democrática de Aragón. Es un gran día para los amantes de la libertad», ha señalado el propio Nolasco en la red social X. La izquierda ha denunciado que el Ejecutivo «sigue la agenda de VOX».
Ya en el Parlamento Nolasco afirmó que era «una ley totalitaria que impone un deber de opinión (…) sobre un determinado periodo de la historia de España».
«Conculca la libertad de pensamiento, de conciencia, de expresión y de cátedra. La memoria es subjetiva y personal; la historia es objetiva (…), y se basa en los hechos del pasado«, manifestó.