El Gobierno de María Chivite (PSN) ha contratado a un exmiembro de ETA como docente en un instituto público de Navarra. José Javier Oses, condenado a ocho años de prisión por pertenecer a la banda terrorista, actualmente imparte clases en el IES Valle del Ebro, en Tudela, lo que ha provocado una fuerte reacción política y social.
El partido Unión del Pueblo Navarro (UPN) ha manifestado su «absoluto rechazo» a esta situación, calificándola de «despropósito total». Según los regionalistas, el historial de Oses «le inhabilita moral y éticamente para ejercer como profesor», argumentando que no es aceptable que alguien con antecedentes por terrorismo sea responsable de la educación de los jóvenes.
UPN ha solicitado al Departamento de Educación información detallada sobre cómo Oses accedió al puesto, los contratos que ha firmado anteriormente y los centros donde ha trabajado. Además, han anunciado que presentarán propuestas para modificar las normativas de acceso a la función pública. Su objetivo es impedir que personas con vínculos pasados con organizaciones terroristas puedan ocupar cargos en la red educativa pública.
Desde el ámbito político, este caso ha generado fuertes críticas hacia Chivite y su gobierno, acusados de no garantizar estándares éticos en la contratación de personal docente. Aunque Oses habría cumplido su condena y seguido los procedimientos legales para integrarse en el sistema educativo, la decisión ha reabierto el debate sobre si las personas con antecedentes relacionados con el terrorismo deben ocupar posiciones de influencia en la sociedad.
El impacto de esta decisión podría tener repercusiones a largo plazo, mientras UPN se compromete a llevar este asunto a las instituciones competentes. La polémica no sólo ha puesto en cuestión los mecanismos de selección en Navarra, sino que ha avivado tensiones políticas y sociales en torno al legado de ETA y las políticas de reinserción en España.