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La pasada semana firmó distintos acuerdos con Muhammadu Buhari

El Gobierno de Sánchez, ajeno a la persecución y al acoso a la minoría católica en Nigeria

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, conversa con el presidente de la República Federal de Nigeria, Muhammadu Buhari. Europa Press

Un nuevo ataque ha acabado con la vida de al menos medio centenar de católicos en Nigeria en el Domingo de Pentecostés casi dos semanas después del secuestro de dos sacerdotes en el marco de un asalto contra una iglesia en el estado de Katsina (al norte).

Individuos armados han disparado indiscriminadamente contra familias enteras en la iglesia de San Francisco Javier, en el estado de Ondo (en el sur), en una tragedia que vuelve a mostrar la persecución sistemática y el martirio por su fe que sufre la minoría católica sin que nadie en Occidente levante la voz.

El azote de la violencia se siente en el norte, donde actúa el grupo terrorista islamista Boko Haram, que manifestó su lealtad al Estado Islámico y que tiene como objetivo declarado el establecimiento de la Sharía, la ley islámica, como norma vigente en todos los estados de Nigeria, pero ya es generalizado en un país que sufre graves problemas de inseguridad, secuestros y corrupción, y que es considerado uno de los más difíciles para ser cristiano.

Mientras la comunidad católica exige medidas y protección a las autoridades nigerianas, el Gobierno de España, ajeno a la tragedia, busca acuerdos con Nigeria para hacer frente a la crisis de suministro energético tras las sanciones a Rusia por la invasión de Ucrania.

La pasada semana, el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, recibió a su homónimo nigeriano, Muhammadu Buhari, en el Palacio de la Moncloa en la que fue la primera visita a España de un jefe de Estado nigeriano en los últimos 17 años, dijo que Nigeria es uno de los principales «y más fiables» proveedores de energía -en concreto, de gas y petróleo- y confirmó su voluntad de reforzar el suministro energético «en un momento de especial presión internacional en los mercados de la energía por el actual contexto bélico».

Además, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, se reunió con Geoffrey Onyeama para abordar «las relaciones bilaterales y económicas, así como asuntos regionales y de cooperación» y el Gobierno socialcomunista reconoció a Nigeria como «actor fundamental ante los desafíos actuales para la paz, la estabilidad y la seguridad» en África subsahariana.

Ambos gobiernos firmaron un Memorando de Entendimiento (MoU) para «promover, apoyar y facilitar» la cooperación en agricultura, energías renovables y tecnologías medioambientales, renovaron su compromiso con la globalista Agenda 2030 y firmaron un acuerdo para la promoción de nuevas rutas turísticas y «el intercambio de experiencias y conocimientos en el ámbito deportivo». La persecución de los católicos en Nigeria no se abordó.

Sólo VOX pide protección para los cristianos en el mundo

El pasado mes de enero, el Grupo Parlamentario VOX en el Congreso presentó una Proposición No de Ley en la que solicitaba acciones diplomáticas en el seno de las instituciones internacionales para que se garantice la protección de los cristianos en el mundo ante el aumento de la persecución en ciertos lugares del planeta como son los países africanos e islámicos, China o Nicaragua. 

Así, recordó que los ataques crecientes a la libertad religiosa de los cristianos en extensas zonas del mundo producidos o por diferentes gobiernos o por grupos extremistas son amparados y permitidos por las autoridades de ciertos países, y solicitó la condena de todos los ataques que «han sufrido las comunidades cristianas por motivos religiosos en cualquier parte del mundo».

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