«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
También está en riesgo un Palacio Real

El Gobierno de Sánchez planea talar más de 11.000 olivos en Colmenar de Oreja (Madrid) para convertir cientos de hectáreas en grandes paneles solares

Placas solares instaladas en España. Redes sociales

El Gobierno de Pedro Sánchez, a través del Ministerio de Transición Ecológica, plantea talar más de 11.000 olivos en Colmenar de Oreja (Madrid) —limitando con Aranjuez— para instalar placas solares y cumplir con la Agenda Verde impuesta desde Bruselas. Esta decisión ha provocado una fuerte reacción entre agricultores y vecinos de la zona, que temen la pérdida irreversible de cultivos centenarios y el impacto en el paisaje protegido de la región.

El conocido mecánico y divulgador Ángel Gaitán ha alzado la voz en el programa Horizonte para denunciar lo que considera un atropello al patrimonio agrícola e histórico. «No es sólo Aranjuez, aunque allí la cifra se mueve entre los 11.000 y 14.000 olivos. Hablamos también de decenas de miles en Jaén, en Extremadura… y eso sin contar con parques eólicos que incluso han acabado incendiados en distintos puntos del país», ha explicado el experto.

Gaitán ha subrayado que la zona afectada no es únicamente agrícola, sino que forma parte de un entorno con alto valor paisajístico y cultural. «Aranjuez tiene un Palacio Real, es Patrimonio de la Humanidad, una joya artística y natural. Esta macroplanta fotovoltaica podría incluso poner en riesgo esa distinción otorgada por la Unesco«, advirtió durante su intervención.

El mecánico, muy crítico con la política energética actual, ha remarcado que esta decisión no corresponde al actual Ejecutivo municipal, sino que proviene de la gestión anterior. «Esto ya está aprobado. Se van a arrancar olivos que llevan más de un siglo en pie», ha lamentado. «Antes, la naturaleza estaba protegida; ahora parece que el valor ecológico ha sido desplazado por intereses solares».

Pese a su defensa de las energías limpias, Gaitán se ha mostrado tajante: «No estoy en contra de las placas. Yo mismo las tengo en mi casa, en el taller y en varios negocios. Funcionan y son parte del futuro. Pero esto no se hace sobre un olivar. Hay formas de hacer esta transición energética sin destruir lo que ya funciona».

El divulgador también ha aprovechado para dirigirse al público urbano, recordando el tiempo que lleva cultivar un olivo hasta que da fruto: «Un árbol como los que hay en Aranjuez necesita 100 años para alcanzar ese tamaño. Si lo cortas hoy, nadie verá uno igual en su vida. Luego nos quejamos del precio del aceite, pero si seguimos así, acabaremos comprándolo en Marruecos», advirtió.

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