El presidente de la Ciudad Autónoma de Ceuta, Juan Vivas, se ha vuelto a reunir con su socio de facto, el socialista Juan Gutiérrez, para tenderle la mano una vez más y ofrecer al PSOE «acuerdos programáticos» que le permitan gobernar, como hasta ahora, en minoría —con los 9 escaños que tiene el PP de los 13 necesarios para la mayoría absoluta—. Lo ha hecho después de que desde el partido socialista le sigan insistiendo para alcanzar un ejecutivo de coalición en el que los de Gutiérrez puedan manejar alguna consejería.
La cuerda se está tensando y el origen de esta situación se encuentra en la municipalización del servicio de limpieza que está preparando el Gobierno. Esto pone al líder del PSOE local en una situación complicada, ya que ostenta un alto cargo de la empresa que actualmente se hace cargo del servicio y cuando este se integre en la administración local debe decidir si mantener su escaño o volver a sus labores como conductor.
El reloj sigue marcando las horas y Gutiérrez tiene que tomar una decisión más pronto que tarde. Y lo que quieren desde el PSOE ceutí es alcanzar un gobierno de coalición en el que tener voz y voto. Pero desde el PP, que hasta ahora han estado dispuestos a hacer concesiones como otorgar la vicepresidencia primera de la Mesa de la Asamblea al socialista Melchor León, no quieren ceder más terreno. Quieren tener al PSOE como socio para aprobar las cuentas, pero no que decida sobre la gestión de las distintas áreas de Gobierno.
Vivas está en un aprieto si quiere mantener el delicado equilibrio que ha logrado hasta el momento con sus cesiones tanto al PSOE —con 6 diputados— como al islamista MdyC —con 3 diputados—, al que también prestaba parte de sus votos para que su líder accediera a la vicepresidencia segunda de la Asamblea. Pero las cuentas para seguir aprobando presupuestos no le salen si el PSOE no está dentro de la componenda. De ahí que los socialistas sigan presionando para lograr una posición más ventajosa que la que tienen hasta el momento.
