Los diputados de Junts optaron esta semana por el «no» en la votación de conjunto sobre la ley de amnistía lo que impidió que se alcanzaran los 176 votos necesarios para su aprobación y obliga a su devolución a la Comisión de Justicia. Exigen una amnistía «integral» y de «aplicación inmediata».
Ahora será dicha comisión la que tenga que emitir un nuevo dictamen sobre la proposición de ley en el plazo máximo de un mes. Pero este viernes comienza la campaña en Galicia, y Pedro Sánchez quiere exprimir al máximo las opciones de un Gobierno del BNG y su partido en la Xunta. Por ello, no quiere que sus negociaciones con el partido de Carles Puigdemont pueda arruinar la remota posibilidad de una mayoría alternativa... y la Mesa del Congreso, que está bajo su absoluto control, dilatará al máximo los plazos para la aprobación, si finalmente se acuerda, de la ley.
Sánchez quiere volcarse en Galicia, donde tiene previsto acudir este fin de semana, el primero de la campaña electoral. El sábado tiene programado un acto en Orense y no se descarta que vuelva a mediados de la semana previa a los comicios a otro acto electoral.
El pasado sábado, afirmó en un acto en Lugo que «la papeleta para gobernar el cambio» es la que lleva como candidato a la Presidencia de la Xunta a José Ramón Gómez Besteiro. «Si Galicia vota, Galicia cambia», dijo. «La resignación no es una opción y la abstención es la resignación y que siga gobernando el Partido Popular», agregó.