Las feministas del PSOE han presentado cientos de enmiendas al borrador de la ponencia que se debatirá este fin de semana en el Congreso Federal. Han criticado que el texto es insuficiente en materia de igualdad, y han alertado sobre algunos planteamientos que podrían poner en riesgo logros feministas.
Reclaman endurecer la posición del partido contra la prostitución, incluyendo la expulsión de militantes que paguen por servicios sexuales, especialmente si ocupan cargos públicos. También exigen legislar para penalizar a los clientes, siguiendo modelos como el sueco, y condenan la mercantilización de los cuerpos tras escándalos como el de Tito Berni. Además, demandan prohibir los vientres de alquiler, calificándolos como explotación, y piden retirar la Instrucción 2010, que regula el registro de nacidos por gestación subrogada.
Sobre el aborto, apoyan su blindaje constitucional, pero rechazan que se prioricen métodos químicos que, aseguran, favorecen a las farmacéuticas más que a las mujeres. También solicitan revisar la Ley Trans, especialmente en los aspectos que afectan a menores y que, según ellas, colisionan con los derechos femeninos.
Internamente, buscan recuperar la Secretaría de la Mujer como área independiente y rechazan el uso de conceptos como «woke» o «queer», que consideran ajenos a la tradición socialista. Las feministas del partido reivindican un liderazgo claro de mujeres y la defensa de espacios y categorías deportivas femeninas.