Tras el anuncio de algunos países, el pasado lunes por la mañana, de retirar todo tipo de ayuda humanitaria y asistencia económica a Palestina en respuesta al conflicto iniciado por los terroristas de Hamás, la Unión Europea ha vivido un debate sobre la financiación a la Autoridad Palestina. Bruselas primero anunció que se sumaba a la medida para después retractarse y mantener, por el momento, las partidas de apoyo humanitario. El Gobierno de España, sin embargo, ha tomado una postura clara desde el principio.
Ha sido José Manuel Albares, ministro de Exteriores, el encargado de fijar la posición del Gobierno de España: desde el primer momento ha declarado que, pese a los ataques de Hamás, España va a mantener las ayudas económicas. Un reguero de ayudas que, según fuentes del Ministerio de Exteriores, ascienden hasta la cifra de 30 millones de euros públicos, solamente en los últimos cinco años.
Aunque son muchas las administraciones que, a todos los niveles, han destinado fondos públicos en favor de las autoridades palestinas, la mayor parte de esta financiación ha ido a parar al Comité Español de la Agencia de las Naciones Unidas para los refugiados palestinos (UNRWA). Este organismo trabaja en España desde 2005 con refugiados palestinos. Más de 20 de esos 30 millones de euros públicos han sido destinados, a fondo perdido, a la agencia de la ONU.
El siguiente organismo palestino beneficiado por las ayudas españolas es, según consta en el listado oficial de subvenciones públicas, la Asociación Europea de Cooperación con Palestina (ASECOP). Esta asociación ha sido destinataria de más de dos millones y medio de euros. Le siguen, por detrás, el Programa de Creación de Empleo de la Oficina de la Presidencia de la Autoridad Nacional Palestina —con un millón y medio de euros públicos—, Acción contra el Hambre en Palestina, la Palestinian Central Bureau of Statistics, el Economic & Social Development Center of Palestine y los Palestinian Agricultural Relief Committees, todos ellos receptores de ayudas económicas menores.
