«Saben que están protegidos y te reciben con piedras y te increpan porque saben que no podemos hacer nada», relatan los agentes.
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) denuncia que los manteros de Barcelona «son cada vez más agresivos y siguen una estrategia muy bien estudiada».
La organización relata diferentes situaciones que dan buena cuenta de ello:
«Pasaba el miércoles, 13 de junio. Un nuevo control de la Guardia Urbana de Barcelona (GUB) se realizaba en la Plaza Cataluña. Los manteros los estaban esperando. Un mantero caía al suelo tras tropezar en su huida. La GUB llamó a una ambulancia mientras lo protegía. El colectivo ‘Tras la Manta’ se apresuró a indicar que había sido la Policía quien había agredido al hombre y que la ambulancia tardó 20 minutos en llegar. Nada más lejos de la realidad. Luego han tenido que rectificar.
La GUB llamó a la ambulancia, que llegó 20 minutos después -como en cualquier otro caso en la ciudad de Barcelona- mientras recibía insultos y ataques frontales de los manteros. “Violencia 0” por parte de la Urbana. El colectivo de manteros estaba preparado. Llevaban a un abogado y, para recoger imágenes, a algún periodista, que se identificó verbalmente como miembro de SOS Racismo. Tuvieron que montar un cordón policial para el apoyo de los compañeros de la GUB y poder evacuarlos y para proteger al propio mantero tirado en el suelo.
Un cabo del dispositivo se acercó al mantero que estaba en el suelo para socorrerle,
interesándose por el estado del mismo y este, que estaba supuestamente inconsciente, se revolvió y le propinó un puñetazo en la boca. No le rompió los dientes gracias al
protector-pantalla que lleva el casco.
Ya pasó hace un mes en otro operativo en la calle Juan de Borbón. Un mantero se caía. La GUB tuvo que cortar el tráfico durante más de una hora porque no quería que se le ayudara ni se le levantara de la calzada, con lo cual impedía la circulación. Ello obligó a que la unidad antidisturbios tuviera que intervenir por la cantidad de manteros que vinieron a increpar e intentar agredir a la Policía».
Desde la sección sindical de CSIF del Ayuntamiento de Barcelona denuncian que los manteros «viven en total impunidad». «Saben que están protegidos y te reciben con piedras y te increpan porque saben que no podemos hacer nada. Buscan una respuesta agresiva de la Policía pero no la consiguen. Saben de leyes más que nosotros y están muy bien asesorados. Lo primero que hacen cuando te ven es tirarse al suelo para luego decir que les hemos agredido. El respeto a la autoridad, por parte de este colectivo, no existe. Son cada vez más agresivos y no acatan las leyes. Se revuelven incluso contra los propios ciudadanos. Cuando llegas te están esperando para montar un circo mediático y quedar como los perjudicados», relatan.
«Comprobamos cómo habitualmente este movimiento de manteros pretende crear una situación de choque con la Policía para quedar ellos como víctimas y atraer la atención de los medios de comunicación y de los ciudadanos y coaccionar a la clase política para que los apoyen como ha hecho hasta ahora el Ayuntamiento. Ya es habitual. Es lo que tenemos que vivir gracias a la permisividad, por mucho tiempo, del Ayuntamiento de Barcelona. Ahora es un tema de difícil solución pero hay que buscar una vía. Los comerciantes se quejan continuamente. Ellos pagan sus impuestos mientras ven cómo su negocio se va al traste por la venta ilegal y los manteros ya tienen su estrategia más que estudiada”, lamentan.