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Exteriores advierte que la polarización política «pasa factura» a la imagen de España

El secretario de Estado de la España Global, Manuel Muñiz

El secretario de Estado de España Global, Manuel Muñiz, ha advertido este viernes de que «la polarización política nos pasa factura» en la imagen y reputación de España en el exterior, y afecta más incluso de lo que haya podido afectar la epidemia de coronavirus y la gestión de la crisis.

«Tenemos que cuidar el discurso político si queremos cuidar nuestra imagen exterior» ha afirmado Muñiz en su intervención en el foro de Nueva Economía, en el que ha analizado el impacto de la crisis sanitaria en España, que ha pedido «abordar con sosiego» ya que en España «se ha producido una crítica particularmente severa».

Así, Muñiz ha explicado que en el extranjero «no ha habido una particular crítica a España, la pandemia ha tenido un impacto verdaderamente pequeño» en la reputación exterior, como demuestra el último informe repoutacional Reptrack, elaborado a finales de marzo y que aún no se ha hecho público.

Según ese informe, que se presentará en otoño, «seguimos estando entre los países mejor puntuados del mundo», de hecho, pasamos de puesto 12 al 13, pero según el secretario de Estado ·»no porque hayamos caído, sino porque Austria ha subido muy fuerte».

Así pues, para el Ministerio de Exteriores, la imagen internacional del país «no ha sido objeto de particular preocupación» salvo por la polarización del debate político, que ha copado «una parte muy importante de la cobertura internacional de nuestro país» que realizan corresponsales extranjeros que viven en España y que reflejan la dureza del debate político.

Por eso, ha advertido de que «tenemos que cuidar algo el discurso político si queremos proteger la imagen de nuestro país», no tanto en los debates sobre si la gestión ha sido «acertada o desacertada», sino en lo debates «que atacan a la legitimidad de la acción del Gobierno, los que describen la gestión sanitaria en un nivel criminal, con dolo».

«Hay una frontera que desborda lo que es una opinión constructiva y se convierte en un asalto a la legitimidad institucional, y eso le pasa factura a las instituciones, no solo al presidente o al ministro de Sanidad, le pasa factura a la la legitimidad y la reputación del país», ha avisado.

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