El diestro tuvo un gran gesto tras escuchar los abucheos de la zona mƔs bulliciosa de la plaza vasca
Antonio Ferrera se ha convertido en uno de los protagonistas de la semana tras negarse a banderillear un toro en Bilbao. Cuando el diestro agarró los palos, adornados con la bandera de España, y brindó al público, comenzaron a escucharse pitos.
Ferrera consideró que se trataba de una ofensa a la bandera y se negó a banderillear. Devolvió los palos y dejó a la cuadrilla el tercio. A continuación, los tendidos de sombra reaccionaron con una ovación cerrada.
«Yo respeto mucho a todos y exijo respeto a España. Esto es España y yo me siento muy español», sentenció en el callejón.
El diestro extremeƱo que cortó la Ćŗnica oreja de la tarde, dio toda una lección de torerĆa, mando y capacidad resolutiva ante la Ć”spera y temperamental corrida de Torrestrella, lidiada en el segundo festejo del abono bilbaĆno.