Ni 155, ni suspensión de la autonomía. La advertencia del Gobierno de Pedro Sánchez al golpismo catalán es la de unas nuevas elecciones que, por otro lado, evidenciarían la debilidad del Ejecutivo socialista para obtener mayoría parlamentaria sin pagar hipotecas al separatismo.
El ministro de Fomento, José Luis Ábalos, ha admitido que, si ahora se produjera un desafío secesionista como el de hace un año en Cataluña, el Gobierno tendría que responder convocando elecciones, ya que no cuenta con la «fortaleza» necesaria para hacerle frente, dado que PP y Cs no le apoyan.
«Para afrontar un proceso que se saliera de las vías del diálogo y supusiera de nuevo un desafío secesionista evidentemente hace falta un Gobierno con un apoyo mayor del que tenemos ahora, sobre todo si no recibimos la lealtad de quienes dicen defender la Constitución», ha afirmado el ministro en una entrevista en TVE.
Ábalos, que ha explicado que a eso se refería el presidente Pedro Sánchez cuando dijo hace unos días en Nueva York que si los independentistas «priorizan el conflicto a la cooperación se acabará la legislatura», ha asegurado que a él las elecciones «nunca le dan miedo», aunque ha negado haber sido uno de los ministros que han aconsejado a Sánchez adelantar los comicios.
Los golpistas, ‘fundamentales’ para el Gobierno
Cuando se cumple un año del referéndum unilateral del 1-O, Ábalos ha reconocido también que el respaldo en el Congreso del PDeCAT y ERC es «fundamental» para la continuidad del Ejecutivo y ha llamado a estos a optar por una de las «dos vías contradictorias» por las que, a su juicio, transitan: la del «pragmatismo» y la de «mantener un espíritu rupturista, unilateral, basado en la construcción de un cierto mito».
Tras señalar que la semana pasada mantuvo una reunión «muy, muy satisfactoria» con el conseller de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat, Damià Calvet, en la que percibió «mucha colaboración sobre asuntos muy concretos», se ha mostrado convencido que en este momento el Gobierno y la Generalitat están «en la senda de abrir la agenda en torno a problemas que afectan a los ciudadanos».