El vicesecretario de acción institucional del PP, Esteban González Pons, hombre fuerte del partido en Bruselas, se convertirá vicepresidente del Partido Popular Europeo y tendrá competencias económicas, incluidos los fondos europeos, y en las relaciones con Iberoamérica.
El propio líder del partido, Alberto Núñez Feijóo, asistió este martes al 27 Congreso del Partido Popular Europeo (PPE) que se celebra en Rotterdam, en el que se elegirá como presidente al alemán Manfred Weber, en sustitución del polaco Donald Tusk.
La nueva dirección cuenta en su equipo con el eurodiputado Pons, que ocupará con la citada vicepresidencia, aunque esta incorporación lleva consigo la salida del navarro Antonio López-Istúriz de la Secretaría General del PP, un puesto en el que lleva 20 años.
El acuerdo al que llegó Feijóo con Weber hace más de dos semanas constituye un espaldarazo a Pons, entusiasta del globalismo y del fin de las identidades nacionales, y hombre fuerte de la persecución a Hungría y Polonia en la Eurocámara.
Así, el pasado mes de enero admitió que la misión de la UE por el programa Pegasus en Polonia buscaba derribar al Gobierno de Mateusz Morawiecki. «Intentaremos ayudar a la sociedad polaca a cambiar las autoridades que no parecen ser buenas para Polonia», declaro en una entrevista concedida a euractiv.pl.
En el historial de Pons está el votó a favor de un texto que condenaba «en los términos más enérgicos posibles» la ley húngara que prohíbe la presencia de adoctrinadores LGTBI en los colegios y que salvaguarda el derecho de los padres a elegir la educación de sus hijos.
Y la complacencia con el régimen comunista de China. Así, en 2017, viajó a Pekín para reunirse con el Gobierno chino y representantes del Partido Comunista. A la salida manifestó que «la colaboración entre China y la UE» era «imprescindible para la estabilidad global». «El mundo ha evolucionado y es ahora multipolar. Los grandes actores internacionales no son solo ya EEUU, Rusia y algunos países europeos, sino que han emergido otros como China con los que debemos contar», agregó.
Y en 2020 sostuvo que la tecnología 5G de Huawei, el brazo tecnológico de la tiranía de Xi Jinping, era «imprescindible para alcanzar las metas que la Unión Europea persigue».
