«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu

Greenpeace y Ecologistas en Acción aprovechan el apagón para defender las ciudades de 15 minutos y el fin del coche

Tráfico en la Castellana durante el apagón.

El apagón que paralizó este lunes buena parte de la Península Ibérica dejó imágenes insólitas: miles de personas caminando durante horas para volver a sus casas ante la caída del transporte público. Organizaciones como Greenpeace, Ecologistas en Acción y ConBici quieren aprovechar lo ocurrido para defender el llamado modelo de «la ciudad de los 15 minutos«, una idea que, lejos de aportar soluciones reales a la movilidad, promueve rediseñar el espacio urbano para quitar protagonismo al coche.

Según este planteamiento, cada persona debería tener todos los servicios necesarios —trabajo, centro de salud, colegios— a un máximo de 15 minutos a pie o en bicicleta. Para lograrlo, advierten, hay que cambiar radicalmente las ciudades y su jerarquía de movilidad.

«Esto implica que el coche pierda la autoridad que tiene», asegura Cristina Arjona, portavoz de Greenpeace, en declaraciones a Europa Press. En su opinión, habría que apostar por calles “más verdes y más anchas” y por una “jerarquía diaria” centrada en el desplazamiento a pie.

Con las imágenes del Paseo de la Castellana lleno de peatones, Arjona afirmó que la gente «quiere aspirar» a este modelo. No obstante, reconoció que una gran parte de la población tuvo que andar kilómetros porque el urbanismo actual ha alejado el lugar de trabajo de las viviendas y ha fomentado un diseño «centrado en el coche».

Arjona pidió avanzar hacia un modelo de ciudad «compacto» y con «mezcla de usos», donde los colegios, por ejemplo, sirvan también como centros de estudio o espacios deportivos. «Aprovechemos los espacios que ya existen en las ciudades para darles más usos», sentenció.

Desde Ecologistas en Acción, Carmen Duce insistió en que el apagón demostró la urgencia de «reconfigurar» las ciudades. Subrayó que, además del urbanismo, hay que abordar el precio de la vivienda, para que la gente pueda vivir cerca de donde trabaja. Puso como ejemplo a Viena, donde existe un gran parque público de vivienda con alquileres regulados. Aseguró que es «una locura» que millones de personas recorran cada día 40 kilómetros para ir y volver del trabajo.

También propuso priorizar la cercanía del domicilio a la hora de asignar colegio a los niños, con el objetivo de reducir el tráfico en las ciudades.

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