La Delegación del Gobierno en Madrid ha autorizado la manifestación convocada por cuatro asociaciones de militares frente al Ministerio de Defensa el próximo sábado para denunciar la falta de diálogo con la ministra María Dolores de Cospedal en materia de personal, demandar una carrera profesional digna y unas retribuciones justas.
Las asociaciones convocantes son AUME (Asociación Unificada de Militares Españoles), ATME (Asociación de Tropa y Marinería), AMTM (Asociación de Militares de Tropa y Marinería) y UMT (Unión de Militares de Tropa).
Estas asociaciones, que suman unos 12.000 socios, han animado a participar a los militares, sus familias y «cuantos ciudadanos y ciudadanas quieran apoyar sus reivindicaciones profesionales, sociales y económicas».
Independientes de la Guardia Civil (IGC), asociación profesional de la
Guardia Civil, ha solidarizado con las iniciativas emprendidas por los miembros
de las Fuerzas Armadas y se manifestará el 12 de mayo en Madrid para conseguir que los militares puedan culminar su carrera profesional hasta su jubilación a los 65 años, sin reserva activa, y sin pagos adelantados de jubilación, por cuanto ello supone la pérdida de un potencial de trabajo que ningún Estado debería permitirse.
«Las Fuerzas Armadas deben establecer puestos de trabajo para sus funcionarios en diversas edades, que complementen y satisfagan todas sus necesidades de personal en los diversos estamentos, funciones o distintos servicios para investigaciones, para el adiestramiento, servicios logísticos, burocráticos, servicios comunes, etc…», han manifestado desde IGC.
Para los guardias civiles, «el acreditar determinada forma física, capacidad e integridad moral e intelectual sin límite de edad debería ser el elemento diferenciador para ocupar determinados puestos o destinos, ya sea tanto para el combate en caso de ser necesario como para funciones de apoyo logístico a la fuerza
destacada en funciones de defensa nacional».
Independientes de la Guardia Civil considera que las Fuerzas Armadas «deben proveer destinos o funciones suficientes para que, en cada período de madurez del militar, este pueda ocupar según sus capacidades y edad esos puestos no destinados al combate, pero que son necesarios para mantener a un Ejército operativo y preparado para esa función esencial que presta a la ciudadanía».
La seguridad de los acuartelamientos, el mantenimiento de la mecánica de los medios técnicos, armamento, material y vehículos de guerra u otros medios logísticos de apoyo como cocina y lavandería pueden ser puestos destinados, afirma IGC, «a personal con edad más avanzada, en la que ya no gozan de las energías de la juventud o madurez pero sí de una gran experiencia».
Los agentes defienden que el Gobierno debe idear una carrera militar variada, «con diversas capacidades según la formación adquirida por los militares, para ir
asimilando a su personal conforme va perdiendo las energías y ciertas capacidades por la avanzada edad, permitiendo igualmente que existan los equilibrios necesarios entre los distintos empleos de Tropa y Marinería, Suboficiales y Oficiales.
Es por eso por lo que IGC ha mostrado su apoyo a las asociaciones convocantes de la manifestación «y, especialmente, a la asociación creada específicamente para concienciar a la opinión pública del despido de los militares a la edad de 45 años, por cuanto no se han desarrollado puestos de trabajo para ellos, cuando empleos que podrían ocupar en las mismas Fuerzas Armadas los están desempeñando personal
civil».
«Todo aquel militar que con 45 años pueda acreditar capacidades para
desempeñar cualquier puesto de trabajo al servicio de las Fuerzas Armadas tiene que ser reasignado a esas funciones hasta que, como cualquier otro
trabajador, alcance la edad de jubilación y pueda disfrutar de una pensión
digna que le permita la supervivencia por tantos años de servicio a la
sociedad», han sentenciado.
