Un juez de Lérida ha concluido que los Mossos d’Esquadra no solo fueron pasivos a la hora de impedir el referéndum del 1-O, sino que tuvieron una «actitud proactiva» para favorecer su realización, en el marco de un «plan organizado» por su cúpula, por lo que se ha inhibido en favor de la Audiencia Nacional.
Según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), el titular del juzgado de instrucción número 4 de Lérida, que tenía una investigación abierta por la supuesta pasividad de los Mossos d’Esquadra a la hora de impedir el referéndum ilegal del 1-O, ha acordado inhibirse porque entiende que sus diligencias no pueden desligarse de la causa abierta por la juez Carmen Lamela.
Lamela mantiene imputado por sedición al exjefe de los Mossos d’Esquadra Josep Lluís Trapero por la supuesta pasividad con la que la policía catalana actuó a la hora de cumplir con la orden judicial de impedir la celebración del referéndum.
La existencia de un ‘plan organizado’
Según el juez de Lérida, que mantiene imputados a varios mandos de los Mossos en esta demarcación, de las actuaciones practicadas hasta el momento se desprenden indicios sobre la existencia de un «plan organizado» desde la jefatura de los Mossos «encaminada a favorecer la celebración del referéndum ilegal del 1-O», así como para «dificultar» que la Guardia Civil y la Policía Nacional lo impidieran.
En su auto de inhibición en favor de Lamela, el juez de Lérida resalta que la actuación de los Mossos el 1-O no se caracterizó sólo por una «deliberada actitud pasiva, planificando un servicio que aparentase el cumplimiento de las órdenes judiciales pero claramente insuficiente para el cumplimiento efectivo de las mismas, sino también por una actitud proactiva favorecedora de la realización de la consulta».
«En definitiva -expone el juez-, se pretendió simular el cumplimiento del auto del TSJC (que les ordenaba impedir la votación) cuando en realidad se pretendía hacer y se hizo lo contrario».
‘No fue una actuación espontánea’
Para el juez, la actuación de los Mossos d’Esquadra en Lérida «no fue una actuación espontánea ni aislada, limitada a esta región policial, ni ideada o adoptada por iniciativa propia e individual de algunos de los miembros del cuerpo, ni siquiera de los jefes de región».
«Al contrario, sigue un patrón común con el resto de las regiones, tratándose de una actuación generalizada en toda Cataluña, organizada y presuntamente ordenada o planificada desde la jefatura del cuerpo y ejecutada por los mandos de las diferentes regiones policiales», subraya el juez.
Para el magistrado, es «evidente» que lo que ocurrió el 1-O en Lérida «no es sino la proyección a este territorio de un plan de actuación general diseñado desde la cúpula del cuerpo de Mossos d’Esquadra para evitar toda actuación en contra del referéndum, enmascarada bajo los principios de actuación policial de proporcionalidad, congruencia y oportunidad».
«Desde esta perspectiva -insiste el juez-, la actuación de los principales responsables del cuerpo de los Mossos d’Esquadra en Lérida no sería sino la de ejecutores del plan, siendo partícipes de los mismos ilícitos que se investigan en el juzgado central de Instrucción (de la Audiencia Nacional)».
Por este motivo, el juez se inhibe en favor de Lamela al considerar que no se trata simplemente de hechos conexos, sino «propiamente de los mismos hechos», por lo que cree necesario no dividir la causa para evitar pronunciamientos contradictorios.
Precisamente, según informa este miércoles El Periódico, mandos de los Mossos d’Esquadra en Lleida dejaron rastro en ‘chats’ sobre su actuación para controlar los movimientos de la Policía el 1-O.
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