En España se sigue imponiendo la «cultura de la muerte» propagada por un Gobierno que busca destruir la familia e ignora las fatales consecuencias de la emergencia demográfica, la que dice paliar con la llegada masiva de inmigrantes ilegales.
Así, en 2023 se practicaron un total de 103.097 abortos, 4.781 más que en 2022, lo que representa un aumento del 4,8% en un año y del 8,7% con respecto a 2014, cuando se registraron 94.796 abortos voluntarios, según se recoge en el registro publicado este sábado por el Ministerio de Sanidad. Los datos muestran que abortaron 12,22 madres por cada 1.000.
En relación con el tipo de centro, el 81,45% de los abortos se cometieron en centros privados. Por comunidades autónomas, Cataluña presenta la tasa más elevada (con 14,92 por cada 1.000), seguida de cerca por la Comunidad de Madrid (con una tasa de 13,92). En cambio, Aragón registra la tasa más baja, con 8,4 por cada 1.000 madres.
La tasa aumentó en todos los grupos de edad, especialmente en el grupo de 19 años y menos (se registraron 10.934 abortos en menores de 20 años).
Uno de cada cuatro abortos (24,81%) se cometieron más allá de la octava semana de gestación y un tercio de las madres (33,01%) ya habían abortado anteriormente. En cuanto al nivel educativo, aumentó ligeramente el porcentaje de mujeres con Bachillerato o FP similar y con estudios universitarios.
