«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Uno de cada cuatro jóvenes vasco ya considera que hay «demasiados extranjeros»

La diputación de Vizcaya abre nuevos centros para reubicar a menas y se niega a detallar dónde se ubican «por su seguridad»

Menores inmigrantes no acompañados en un centro de Badalona. Europa Press

La Diputación Foral de Vizcaya ha habilitado nuevas instalaciones para aliviar la saturación en los centros que acogen a menores extranjeros no acompañados (menas). Con más de 600 menores tutelados, frente a una capacidad máxima de 400, la red de acogida del territorio se encuentra al límite. La decisión ha sido posible gracias a la declaración de «situación de excepcionalidad» por parte del Gobierno foral el pasado jueves, lo que permite reconvertir inmuebles públicos en residencias temporales sin necesidad de ofrecer itinerarios socioeducativos, como es habitual.

Durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, Leixuri Arrizabalaga, portavoz foral, evitó dar cifras concretas sobre la capacidad total o el número de nuevas plazas creadas. «No podemos detallar ni cuáles son ni dónde se ubican por cuestiones legales, para proteger a los menores», explicó. Asimismo, tampoco ofreció información precisa sobre las obras de reacondicionamiento en el centro de Amorebieta, el principal recurso de primera acogida para estos menores.

La avalancha migratoria y el constante flujo de llegadas han duplicado el número de menas en apenas un año. Factores como el incremento de entradas ilegales por Canarias y la posible acción de mafias organizadas están tensionando aún más el sistema de acogida, compuesto actualmente por 16 centros repartidos por el territorio. Vizcaya ha insistido en la necesidad de un reparto «justo y equilibrado» de estos menores entre las distintas comunidades autónomas.

El lehendakari criticó la falta de implicación de algunas regiones vecinas, como La Rioja, que «apenas acoge a cuatro menores». Este asunto se abordó en la última Conferencia Sectorial de Infancia y Adolescencia, que terminó sin avances significativos. «El encuentro fue decepcionante», señaló Pradales, quien pidió una mayor colaboración entre instituciones.

Mientras tanto, la preocupación por el impacto social de esta situación aumenta. Según el Observatorio Vasco de la Juventud, uno de cada cuatro jóvenes en el País Vasco opina que hay «demasiados extranjeros». Aunque este dato no alcanza los niveles registrados en 2012, en plena crisis económica, la Diputación lo considera alarmante y llama a la «formación y tolerancia» como herramientas para contrarrestar la desinformación y los prejuicios.

+ en
Fondo newsletter