Begoña Gómez trató de presentar a la Universidad Complutense de Madrid (UCM) el 2 de julio las memorias de actividades y económicas de la Cátedra Extraordinaria de Transformación Social Competitiva, pero las universidad las rechazó alegando que no podían ser objeto de aprobación por «prudencia» dada la «conexidad» con el procedimiento judicial abierto en el Juzgado de Instrucción número 41 de Madrid.
Así consta en un acta de la Comisión Mixta de Seguimiento de esa cátedra extraordinaria que se celebró un día después de que la UCM entregara al juez un informe en el que señalaba que no podía concluir, tras una investigación interna, que hubiera existido o no perjuicio sobre su patrimonio por los contratos y pagos que tuvieron lugar en el marco de la cátedra de Gómez.
En ese informe del 1 de julio, la UCM indicó que reclamó documentos a la esposa de Pedro Sánchez el 11 de junio, que el 12 de ese mes ella respondió que recabaría todo para enviárselo, pero que en el momento de enviar el informe (1 de julio) no habían recibido nada. Apuntaba a una falta de «cooperación de determinados participantes en relación a los hechos y afectados por la cuestión».
Sin embargo, un día después de ser enviado el informe al juez, se celebró una reunión de la comisión de seguimiento de la cátedra de Begoña Gómez en la que ésta, de acuerdo con el orden del día de la misma, iba a presentar memorias económicas que harían alusión a los gastos de desarrollo del software que la UCM analizaba por si hubiera una posible apropiación indebida.
En esa comisión estuvieron de manera presencial el vicerrector de Relaciones Institucionales, José María Coello de Portugal; la directora de la Escuela de Gobierno de la UCM, Carmen Mitxelena; el subdirector general de la Fundación La Caixa, Marc Simón; la directora de la Cátedra Extraordinaria para la Transformación Social Competitiva, Begoña Gómez; el co-director de esa cátedra, José Manuel Ruano; y la secretaria no vocal de la cátedra, Blanca de Juan de Castro.