Un jurado en la Audiencia de Las Palmas juzgará la próxima semana a un ciudadano marroquí acusado de asesinar brutalmente a un hombre en Caleta de Fuste, Fuerteventura. La Fiscalía solicita una condena de 22 años de prisión, argumentando que el acusado actuó con una violencia desmedida al golpear repetidamente a la víctima en la cabeza y el rostro, y al clavarle un objeto punzante en la frente hasta en ocho ocasiones con el propósito de aumentar su sufrimiento.
Según el relato del Ministerio Fiscal, la noche del 9 de diciembre de 2022, ambos hombres estuvieron en un bar del centro comercial Happy Center en Caleta de Fuste. Tras la velada, se dirigieron a la casa de la víctima, donde ocurrió la agresión mortal.
Una vez en el domicilio, el marroquí desencadenó un ataque feroz. La víctima recibió golpes contundentes en la cara y el cráneo, además de sufrir heridas punzantes en la frente. La Fiscalía sostiene que estos actos reflejan una intención clara de infligir dolor «de manera cruel e inhumana».
El informe forense confirma que la muerte del individuo ocurrió entre las 3.00 y las 5.00 de la madrugada del 10 de diciembre, a consecuencia de los traumatismos severos en la cabeza y la cara. Además, se determinó que la víctima fue asfixiada mediante compresión externa de las vías respiratorias, lo que sugiere que el acusado le presionó el cuello hasta provocarle la muerte.
Los familiares del fallecido han solicitado una compensación económica por los daños sufridos. La Fiscalía pide que se otorguen 60.000 euros a cada uno de los padres de la víctima y 20.000 euros a cada uno de sus tres hermanos como indemnización.
Además, el Ministerio Fiscal ha propuesto que, en caso de que el inmigrante sea condenado a más de 10 años de prisión, se ordene su expulsión de España. Esto implicaría que, una vez cumplida parte de su condena y al acceder al tercer grado o a la libertad condicional, sería deportado y se le prohibiría regresar al país durante un período de 10 años.