«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
También habría reproducido esa conducta con profesionales de la comunicación

La mayoría de las presuntas situaciones de acoso sexual cometidas por Salazar se produjeron en La Moncloa y Sánchez lo sabía desde hace ocho años

Pedro Sánchez junto a Salazar. Redes sociales

Francisco Salazar, uno de los hombres que Sánchez eligió para relevar al preso Santos Cerdán, cometió en el complejo presidencial de la Moncloa la mayoría de los comportamientos inadecuados hacia mujeres por los que hoy es investigado, según ha adelantado Vozpópuli. A pesar de que Pedro Sánchez fue advertido en repetidas ocasiones desde 2017 sobre la actitud de su colaborador, Salazar ocupó cargos de responsabilidad tanto en el Gobierno como en la estructura del PSOE.

Diversas fuentes aseguran que, incluso antes de llegar a la presidencia, Sánchez ya había recibido advertencias sobre la conducta de Salazar, a quien un alto cargo de su Ejecutivo llegó a calificar como “un auténtico depredador sexual”. Lejos de apartarlo, el líder socialista decidió integrarlo en su núcleo duro tras la moción de censura que lo llevó a la Moncloa.

Fue precisamente en ese entorno institucional, bajo el paraguas del gabinete presidencial, donde se produjeron los episodios más graves. Según el testimonio de varias mujeres, Salazar habría utilizado su posición para incorporar asesoras con el único objetivo de establecer vínculos íntimos con ellas. Una de las afectadas describe un patrón que comenzaba desde el primer día: insinuaciones, llamadas fuera del horario laboral y propuestas con connotaciones explícitas.

Además del trato a sus subordinadas, Salazar también habría reproducido este tipo de conducta con profesionales de la comunicación. Un dirigente socialista detalla que el sevillano ofrecía cenas a periodistas para compartir supuestas exclusivas del Ejecutivo o del partido, con un claro trasfondo personal. Algunas de las informadoras, añade esta fuente, acudían acompañadas “porque sabían que Salazar era un baboso”.

Durante los últimos años, Paco Salazar se había convertido en una figura clave para Pedro Sánchez, no sólo por su papel en la estrategia electoral, sino por su proximidad personal. Fue una pieza fundamental en la victoria del actual presidente en las primarias de 2017 frente a Susana Díaz, especialmente por su labor de organización en Andalucía. Su peso político creció tanto que llegó a considerarse como posible sustituto de Cerdán en la Secretaría de Organización.

Sin embargo, todo cambió este sábado. Tras la aparición de informaciones comprometedores sobre su conducta con mujeres del equipo de Moncloa, Salazar solicitó ser apartado de sus funciones. Estaba previsto que el Comité Federal del PSOE lo ratificara como adjunto al área de Organización, pero finalmente se cayó de la lista y perdió también su cargo como coordinador Institucional en la Presidencia del Gobierno.

Ferraz, antes del inicio del Comité, anunció la apertura de un expediente informativo para esclarecer los hechos. Aunque oficialmente desde el partido se afirma que “no existen denuncias en los canales internos”, distintas voces del entorno socialista aseguran que los comportamientos de Salazar eran de sobra conocidos dentro del aparato.

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