Una nueva natalidad emerge con fuerza: más de un tercio (un 36%) de los niños nacidos en España cuentan con, al menor, un progenitor de origen inmigrante. Así lo confirman datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) analizados por el demógrafo Alejandro Macarrón, que sitúan a la provincia de Gerona como el lugar en el que bebés con más padres extranjeros nacen (el 54,3%).
Son tres las provincias del territorio nacional que ya superan la barrera del 50%, y todas ellas forman parte de la comunidad autónoma de Cataluña (la segunda es Lérida con el 51,2% y la tercera Barcelona, un 50,3%). La entidad territorial restante es Tarragona, que también se queda cerca de superar la barrera de un 50% con un 49,3%.
Los microdatos de nacimiento también sitúan las zonas con mayor tasa de inmigración irregular como las más proclives al gran reemplazo. Melilla, con un elevado número de marroquíes que de forma semanal saltan la valla de forma ilegal, se sitúa en la sexta posición con un 46,4%, mientras que Baleares (49,5%), Santa Cruz de Tenerife (39,3%) o Ceuta (37,6%) también están entre las regiones más asoladas por este fenómeno.
Sin embargo, las provincias andaluzas y extremeñas son las menos propensas a que madres o padres extranjeros representen a la mayoría de los nacidos. Cádiz (15,8%), Sevilla (15,6%), Cáceres (13,8%), Córdoba (12,2%), Badajoz (11,6%) y Jaén (10,4%) cierran la lista, revelando que la gran mayoría de inmigrantes de primera generación optaron por viajar al norte de España —para cruzar la frontera hacia Francia o establecerse en ciudades más grandes como Madrid o Barcelona—.
Cabe destacar que, si nos remontamos pocas décadas atrás, este fenómeno era radicalmente opuesto. En 1990, tan sólo el 1% de los nacidos en España contaban con al menos un progenitor de origen extranjero. Para más inri, estos datos no han elevado la tasa de natalidad a cifras esperanzadoras, sino que sigue ubicándonos como el país con el porcentaje más bajo de toda la Unión Europea (1,12% por mujer).
La tasa mínima para mantener una población estable es de 2,11 hijos por mujer, pero en 2007 la tasa de fertilidad en Francia fue de 1,8, en Inglaterra de 1,6, en Grecia y Alemania de 1,3 y en Italia de 1,2.